Cuando la enfermedad vive en casa
Como mantenernos luchando con esperanza y gozo en la familia en medio de la enfermedad.
Por Esther Pagán
Quizás este tema más que cualquier otro es uno de los más difíciles para mi.
Porque la enfermedad vivió en mi casa, y aún en mi presente, sigue viviendo en casa y cuando pienso en el futuro la veo ahí. Cuando hablo de enfermedad no hablo de un catarro que ya en una semana vuelves a la normalidad les hablo de esas enfermedades que cuando las descubren, el médico te dice esto no tiene cura. Es una condición degenerativa.
En ese momento solo viene a tu mente la muerte o una situación que cambiará el rumbo de tu familia completa. De momento te das cuenta que esta enfermedad vino a vivir en tu casa. Tus planes y tus anhelos se posponen y piensas que jamás los podrás llevar acabo. Sabes dentro de ti que no podrás hacer nada para cambiar tu realidad. Quizás puedes ser tú el enfermo o quizás eres el que cuida a ese enfermo y ese ha sido y es mi experiencia. Te sientes sola con una carga tan grande que piensas no podrás manejar.
Yo soy esa persona que cuide mi mamá encamada por más de 4 años y soy la esposa que cuida a su esposo en el presente. Hoy le llaman una labor 24/7 un empleo en el cual nunca ponchas para salir.
Un empleo donde no hay sueldo ni beneficio aparente. Un empleo donde ves como ese ser amado se va consumiendo y convirtiéndose, no en el ser que anhelabas, si no en un ser totalmente dependiente de ti. Les puedo asegurar qué llevar la logística y las tareas de todo lo que conlleva un hogar y una casa no es tarea fácil y ahora se añade tu ser amado al que no puedes dejar solo, porque depende de ti totalmente.
Todo lo que eran tus anhelos y sueños van desapareciendo.
Quizás no he empezado de una forma positiva pero no hay manera de valorar la magnitud del amor de Dios cuando la enfermedad llega a casa, sin poder ver cuan grande y difícil es enfrentarlo.
Nunca pensé que tendría que cuidar a alguien que está postrado en una cama. No estaba preparada, tengo muchas cualidades pero no, el ser enfermera.
Entonces ¿cómo en un panorama tan difícil puedes sentirte en paz en gozo agradecida y con una actitud positiva, aún sabiendo que los futuros días por venir podrían ser más difíciles aún?
En La Biblia nos enseña:
“Si tienes que pasar por el agua, yo estaré contigo, si tienes que cruzar ríos, no te ahogarás; si tienes que pasar por el fuego, no te quemarás, las llamas no arderán en ti.”
Isaías 43:2
En este texto vemos cómo se nos da evidencia de que habrá momentos difíciles en nuestra vida y uno de ellos es cuando la enfermedad llega al hogar. Pero también nos dice que no nos ahogaremos y no nos quemaremos, porque el Señor todo poderoso estará con nosotros.
Esto yo lo califico como un milagro de Dios, porque a nivel humano es algo imposible pasar por el fuego y no quemarse. Así también enfrentar una enfermedad cuando llega a nuestro hogar y no derrumbarnos es un milagro, que solo con Dios podemos enfrentar.
Cuando vivimos largos periodos de enfermedad en la familia nuestro día a día cambia. Y aún amando con todo el corazón a mi mamá, mi cuerpo y mi mente se agotaban. Cuando esto pasa no sale lo mejor de uno te lo puedo asegurar. Entonces, ¿cómo yo puedo renovar mis fuerzas y mejorar mis actitudes? Solo agarrados de la mano de Dios, buscándolo, expresando nuestra necesidad, porque solo el amor de Dios té sostendrá para enfrentar lo de ese día. Él es la gasolina, Él es la vitamina, Él es el ayudador, Él secará tus lagrimas cuando te sientas solo o cansado. El té sostendrá, aunque pienses que no puedes más.
Si la enfermedad a llegado a tu familia llénate de Dios día a día para junto a Él cumplir tu encomienda. Mi mamá no se sano fue empeorando al pasar del tiempo pero yo hice lo que pensé no podría hacer, la ame y la cuide y mi ayudante fue Dios y aún lo sigue siendo. Porque sin Él es imposible enfrentar la enfermedad cuando llega a la familia.
Si estás enfrentando una situación así, sólo mantente agarrado de la mano de Dios porque con él, te sorprenderás de lo que puedes hacer. Todo los días le pido a Dios que sane a mi esposo pues quisiera recuperar a ese hombre fuerte activo, emprendedor, alegre con espíritu viajero. Pero ya la enfermedad se a llevado esos atributos. Pero aún así no a podido quitarle su amor a Dios y a su familia. Tanto él y yo estamos agarrados de la mano de Dios cada día, enfrentado junto a él la enfermedad que ya vive en casa, pero con la certeza de que no es para siempre y que el Señor está con nosotros.
Dios los bendiga y les sostenga. 🙏❤️
Quizás este tema más que cualquier otro es uno de los más difíciles para mi.
Porque la enfermedad vivió en mi casa, y aún en mi presente, sigue viviendo en casa y cuando pienso en el futuro la veo ahí. Cuando hablo de enfermedad no hablo de un catarro que ya en una semana vuelves a la normalidad les hablo de esas enfermedades que cuando las descubren, el médico te dice esto no tiene cura. Es una condición degenerativa.
En ese momento solo viene a tu mente la muerte o una situación que cambiará el rumbo de tu familia completa. De momento te das cuenta que esta enfermedad vino a vivir en tu casa. Tus planes y tus anhelos se posponen y piensas que jamás los podrás llevar acabo. Sabes dentro de ti que no podrás hacer nada para cambiar tu realidad. Quizás puedes ser tú el enfermo o quizás eres el que cuida a ese enfermo y ese ha sido y es mi experiencia. Te sientes sola con una carga tan grande que piensas no podrás manejar.
Yo soy esa persona que cuide mi mamá encamada por más de 4 años y soy la esposa que cuida a su esposo en el presente. Hoy le llaman una labor 24/7 un empleo en el cual nunca ponchas para salir.
Un empleo donde no hay sueldo ni beneficio aparente. Un empleo donde ves como ese ser amado se va consumiendo y convirtiéndose, no en el ser que anhelabas, si no en un ser totalmente dependiente de ti. Les puedo asegurar qué llevar la logística y las tareas de todo lo que conlleva un hogar y una casa no es tarea fácil y ahora se añade tu ser amado al que no puedes dejar solo, porque depende de ti totalmente.
Todo lo que eran tus anhelos y sueños van desapareciendo.
Quizás no he empezado de una forma positiva pero no hay manera de valorar la magnitud del amor de Dios cuando la enfermedad llega a casa, sin poder ver cuan grande y difícil es enfrentarlo.
Nunca pensé que tendría que cuidar a alguien que está postrado en una cama. No estaba preparada, tengo muchas cualidades pero no, el ser enfermera.
Entonces ¿cómo en un panorama tan difícil puedes sentirte en paz en gozo agradecida y con una actitud positiva, aún sabiendo que los futuros días por venir podrían ser más difíciles aún?
En La Biblia nos enseña:
“Si tienes que pasar por el agua, yo estaré contigo, si tienes que cruzar ríos, no te ahogarás; si tienes que pasar por el fuego, no te quemarás, las llamas no arderán en ti.”
Isaías 43:2
En este texto vemos cómo se nos da evidencia de que habrá momentos difíciles en nuestra vida y uno de ellos es cuando la enfermedad llega al hogar. Pero también nos dice que no nos ahogaremos y no nos quemaremos, porque el Señor todo poderoso estará con nosotros.
Esto yo lo califico como un milagro de Dios, porque a nivel humano es algo imposible pasar por el fuego y no quemarse. Así también enfrentar una enfermedad cuando llega a nuestro hogar y no derrumbarnos es un milagro, que solo con Dios podemos enfrentar.
Cuando vivimos largos periodos de enfermedad en la familia nuestro día a día cambia. Y aún amando con todo el corazón a mi mamá, mi cuerpo y mi mente se agotaban. Cuando esto pasa no sale lo mejor de uno te lo puedo asegurar. Entonces, ¿cómo yo puedo renovar mis fuerzas y mejorar mis actitudes? Solo agarrados de la mano de Dios, buscándolo, expresando nuestra necesidad, porque solo el amor de Dios té sostendrá para enfrentar lo de ese día. Él es la gasolina, Él es la vitamina, Él es el ayudador, Él secará tus lagrimas cuando te sientas solo o cansado. El té sostendrá, aunque pienses que no puedes más.
Si la enfermedad a llegado a tu familia llénate de Dios día a día para junto a Él cumplir tu encomienda. Mi mamá no se sano fue empeorando al pasar del tiempo pero yo hice lo que pensé no podría hacer, la ame y la cuide y mi ayudante fue Dios y aún lo sigue siendo. Porque sin Él es imposible enfrentar la enfermedad cuando llega a la familia.
Si estás enfrentando una situación así, sólo mantente agarrado de la mano de Dios porque con él, te sorprenderás de lo que puedes hacer. Todo los días le pido a Dios que sane a mi esposo pues quisiera recuperar a ese hombre fuerte activo, emprendedor, alegre con espíritu viajero. Pero ya la enfermedad se a llevado esos atributos. Pero aún así no a podido quitarle su amor a Dios y a su familia. Tanto él y yo estamos agarrados de la mano de Dios cada día, enfrentado junto a él la enfermedad que ya vive en casa, pero con la certeza de que no es para siempre y que el Señor está con nosotros.
Dios los bendiga y les sostenga. 🙏❤️