
Todos en algún momento necesitamos ser afirmados y motivados. Este fue el caso del David el autor y compositor principal de los Salmos. Las gran mayoría de sus escritos, exponen sin duda, a un hombre que desde muy temprana edad conoció el poder de una palabra de afirmación que cambió su vida. Hoy en día, los textos de este rey, continúan motivando un cambio en el interior de todos aquellos que tenemos contacto con este libro, los Salmos.
Para poder explicar en contexto lo que significa afirmación y motivación utilizaré
un Salmo que todos conocemos, el Salmo 23. En el versículo 4 podemos leer:
Puedo cruzar lugares peligrosos y no tener miedo de nada, porque tú eres mi
pastor y siempre estás a mi lado; me guías por el buen camino y me llenas de
confianza (con tu vara de pastor me reconfortas). Salmos 23: 4 Traducción en lenguaje actual (TLA)
Este Salmo es comúnmente utilizado para reconfortarnos en tiempos de pérdida o grandes dificultades, pero hoy yo deseo compartirlo desde un punto de vista de formación de carácter. Me gusta ver a Dios como un padre que sabe combinar el amor y la disciplina para hacer de nosotros individuos conformados para reflejar su imagen.
Antes de poder adentrarnos en el tema, debemos tener claro que significan los términos. Lo que nosotros llamamos “afirmación”, la Biblia lo nombra como “estar al lado” (En hebreo ‛âmad), en otras traducciones se puede encontrar como “detenerse un tiempo prolongado”.
Hasta hace poco pensaba que dar afirmación era sólo decirle a otros, algún calificativo verdadero sobre su persona para describir su identidad. Aunque en cierto modo lo es, descubrí la representación bíblica de la experiencia de David con mi hijo de cinco años.
Una tarde, luego de la escuela, fuimos a la biblioteca a estudiar. Estamos acostumbrados a que él se siente y organizar juntos los materiales de estudio, de manera que él pueda orientarse sin grandes dificultades mientras hace su tarea. No todos lo días son fáciles, hay momentos donde está muy distraído o simplemente no quiere permanecer sentado. Yo, al igual que mi esposa, intentamos animarlo diciéndole tu puedes, lo vas a lograr; pero no siempre obtenemos los resultados que deseamos. El niño continua en su inquietud infantil.
Otro de esos días de labor pedagógica, si así le puedo llamar, mi hijo y yo no encontrábamos la forma de comunicarnos de modo que el tiempo de estudio transcurriera en armonía. En mi desesperación le pregunté: “¿Cómo tu deseas hacer esto?”. A lo que él me contestó: “Siéntate a mi lado por favor”. Al sentarme a su lado, como acto de magia, hizo las tareas mejor que nunca. Esto no quiere decir que no tengamos momentos de diferencias, pero lo que si está implícito es un cambio de actitud de ambos. Poder brindar la afirmación correctamente, requiere de nosotros como padres aprender a conocer a nuestros hijos y entender cuando tienen una necesidad real de ser dirigidos y cuando es un capricho para controlar su entorno. En este caso la verdadera necesidad de mi hijo, era ser afirmado en su interior. Los varoncitos tienen un modo natural de percibir los retos. Un niño, más que palabras de elogio, necesita saberse capaz y apto para hacer una tarea o solucionar un problema. Por su parte, las niñas requieren sentirse valoradas en relación a las emociones que rodean las situaciones. ¿Cómo se esto? Bueno, a parte de leer y estudiar, también tengo una hija de nueve años que me ha permitido practicar intensamente y es esta práctica constante la que me ha permitido aprender.
Dios no es distinto, sino que Él es la fuente de este conocimiento indispensable para motivar nuestras vidas a un nivel superior. Notemos que al inicio del texto, este pastor de ovejas describe su situación como peligrosa y atemorizante: “cruzar lugares peligrosos y no tener miedo”. Pero, según se desarrolla su diálogo en el versículo, David utiliza las palabras: “me llenas de confianza”. Es decir, que esta intervención de nuestro creador, posee la intensión de cambiar un asunto interno que podemos llamar actitud. Cuando solamente motivamos, nuestro intelecto nada mas buscará responder al significado emocional de la palabra emitida: tu puedes, eres formidable, etc. La emotividad es tan cambiante e impredecible como el clima y estará sujeta a la percepción que tenga el individuo de su realidad. Es aquí que interviene nuestro padre celestial para cambiar nuestro enfoqué. Les narraré el siguiente ejemplo, este puede servir como marco de referencia del efecto de solamente utilizar la motivación para obtener resultados.
Antes de trabajar como asesor independiente en el campo de la fotografía y las artes gráfica, trabajé para una empresa privada. En el inicio fui contratado como un empleado mas de la línea de producción. Con el paso del tiempo llegué a coordinar a los demás empleados. Al haber tenido la experiencia en la línea de producción gráfica, conocía el sentir de mis compañeros sobre la rutina laboral, la carga de trabajo, las fechas límite y el agotamiento de la creatividad. En cada temporada alta se nos impulsaba a producir más en menos tiempo. Aunque recibimos algunas charlas de motivadores, también nos decían que nosotros éramos una parte importante de la empresa. De este modo lográbamos cumplir con las metas de productividad, nos daban palabras de agradecimiento por el esfuerzo y nuestros salario aumentaba gracias a las horas extras de labor. Pero al final, gran parte de los empleados se sentía contradictoriamente desmotivados. Si el objetivo fue alcanzado, ¿Porqué surgió este sentimiento de desánimo? Al indagar un poco encontré varios factores, pero me di cuenta de la razón principal. Se trabajaba en base a intereses y no por convicciones. La gran mayoría quería mantener su trabajo seguro y las horas extras ayudaban a pagar las cuentas, pero no habían cultivado el espíritu de la cultura corporativa. Ese credo que te hace comprometerte como empleado a dar un mejor servicio porque estas convencido que el producto que creas posee un gran valor, hará la diferencia en el mercado y beneficiará a los clientes. Tal parece que había muerto la inspiración que nace de sentirse parte de algo único a pesar de las circunstancias. Entonces, se puede extraer de esta experiencia que la motivación trabajaba en dos vías, el cumplimiento de metas y por medio de esto obtener seguridad laboral, pero no estaban influenciados un compromiso real. Por su parte lo que en este artículo llamamos afirmación, en una empresa se define como empoderamiento o apoderamiento, que se refiere al proceso de aprendizaje que aumenta la fortaleza interna de los individuos para impulsar cambios y actitudes positivas en medio de las situaciones que le rodean. El resultado de este apoderamiento o afirmación, tiene como beneficio, el firme desarrollo de la confianza en las capacidades de los individuo con relación sus responsabilidades sea en el trabajo, en el hogar y en su sociedad, entre otros.
Veamos que nos dice sobre esto la lectura al continuar su desarrollo: “con tu vara de pastor me reconfortas”. Un buen pastor no empuja con su vara a una oveja, así como un padre no debería manipular a un hijo, ni un jefe debe darle falsas expectativas a un subordinado. El pasaje bíblico dice que cuando necesitamos dirección, quien nos guíe, deberá hacerlo en miras de que tengamos una perspectiva correcta de los eventos y esto nos de fuerzas para continuar adelante en pos de las soluciones, transformando así la mala actitud. Cuando se logra esto, conseguimos un cambio interno proveniente de la reflexión sobre la experiencia, es aquí donde el conocimiento se hace duradero y se convierte en un estilo de vivir. Es entonces que debemos integrar las palabras de motivación. La motivación se define como, estimulación para animar e interesar. Recibir un estímulo sin antes haber pasado por un proceso de cambio y comprensión interna, se puede convertir en un poderoso enemigo. Las motivaciones son impulsadas principalmente por nuestros intereses. El asunto con este reforzamiento emocional es que si no logramos nuestro objetivo, nos sentimos derrotados, defraudados y hasta rebeldes. Todo esto surge porque no se trabajó con el ambiente interno y nos sentimos completamente inseguros, pues nada mas nos quedamos en la superficie y no construimos un buen cimiento que aguante la carga de los retos de la vida. Siempre estaremos actuando por impulso, entonces una y otra vez, seremos derrotados.
Si no se crea el carácter adecuadamente, no veremos nuestras deficiencias como áreas de crecimiento y oportunidad. Todo lo contario, esas inseguridades se pueden transformar en complejos y estos pueden fomentar conductas distorsionadas donde nos percibimos superiores a los demás y hasta humillar a otros.El apóstol Pablo nos advierte sobre esto: “ninguno se crea mejor de lo que realmente es. Sean realistas al evaluarse a ustedes mismos, háganlo según la medida de fe que Dios les haya dado." Romanos 12:3 Nueva Traducción Viviente (NTV) Aquí hay varios puntos importantes para poder manejar correctamente la motivación. Ser realista, debemos decir la verdad respecto a la palabra de estímulo. Si el niño(a) o la persona no muestra la conducta adecuada, no debemos elogiarlo y crear una falsa identidad. Evaluarnos, vea que regresamos a lo que mencioné en un párrafo anterior, es necesario examinar nuestra actitud interna.
La crianza de los hijos, al igual que la educación continua de nosotros los padres o de cualquier individuo, es un asunto de disciplina. Para mi la disciplina es un proceso de instrucción para adquirir destrezas. Convirtamos este ejercicio de la afirmación y la motivación en un hábito en el cual adquiramos la pericia que nos permita forjar una nueva generación mas próspera y estable. De esta forma levantaremos individuos con mayor valor personal, familias con vínculos fuertes que sean capaces de establecer posturas sociales y sobre todo, conscientes de su identidad en Dios. Recordemos que la mayor satisfacción que tendremos es de haber preparado hombres y mujeres seguros e independientes que puedan integrarse en cualquier ámbito de nuestra sociedad.
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Para poder explicar en contexto lo que significa afirmación y motivación utilizaré
un Salmo que todos conocemos, el Salmo 23. En el versículo 4 podemos leer:
Puedo cruzar lugares peligrosos y no tener miedo de nada, porque tú eres mi
pastor y siempre estás a mi lado; me guías por el buen camino y me llenas de
confianza (con tu vara de pastor me reconfortas). Salmos 23: 4 Traducción en lenguaje actual (TLA)
Este Salmo es comúnmente utilizado para reconfortarnos en tiempos de pérdida o grandes dificultades, pero hoy yo deseo compartirlo desde un punto de vista de formación de carácter. Me gusta ver a Dios como un padre que sabe combinar el amor y la disciplina para hacer de nosotros individuos conformados para reflejar su imagen.
Antes de poder adentrarnos en el tema, debemos tener claro que significan los términos. Lo que nosotros llamamos “afirmación”, la Biblia lo nombra como “estar al lado” (En hebreo ‛âmad), en otras traducciones se puede encontrar como “detenerse un tiempo prolongado”.
Hasta hace poco pensaba que dar afirmación era sólo decirle a otros, algún calificativo verdadero sobre su persona para describir su identidad. Aunque en cierto modo lo es, descubrí la representación bíblica de la experiencia de David con mi hijo de cinco años.
Una tarde, luego de la escuela, fuimos a la biblioteca a estudiar. Estamos acostumbrados a que él se siente y organizar juntos los materiales de estudio, de manera que él pueda orientarse sin grandes dificultades mientras hace su tarea. No todos lo días son fáciles, hay momentos donde está muy distraído o simplemente no quiere permanecer sentado. Yo, al igual que mi esposa, intentamos animarlo diciéndole tu puedes, lo vas a lograr; pero no siempre obtenemos los resultados que deseamos. El niño continua en su inquietud infantil.
Otro de esos días de labor pedagógica, si así le puedo llamar, mi hijo y yo no encontrábamos la forma de comunicarnos de modo que el tiempo de estudio transcurriera en armonía. En mi desesperación le pregunté: “¿Cómo tu deseas hacer esto?”. A lo que él me contestó: “Siéntate a mi lado por favor”. Al sentarme a su lado, como acto de magia, hizo las tareas mejor que nunca. Esto no quiere decir que no tengamos momentos de diferencias, pero lo que si está implícito es un cambio de actitud de ambos. Poder brindar la afirmación correctamente, requiere de nosotros como padres aprender a conocer a nuestros hijos y entender cuando tienen una necesidad real de ser dirigidos y cuando es un capricho para controlar su entorno. En este caso la verdadera necesidad de mi hijo, era ser afirmado en su interior. Los varoncitos tienen un modo natural de percibir los retos. Un niño, más que palabras de elogio, necesita saberse capaz y apto para hacer una tarea o solucionar un problema. Por su parte, las niñas requieren sentirse valoradas en relación a las emociones que rodean las situaciones. ¿Cómo se esto? Bueno, a parte de leer y estudiar, también tengo una hija de nueve años que me ha permitido practicar intensamente y es esta práctica constante la que me ha permitido aprender.
Dios no es distinto, sino que Él es la fuente de este conocimiento indispensable para motivar nuestras vidas a un nivel superior. Notemos que al inicio del texto, este pastor de ovejas describe su situación como peligrosa y atemorizante: “cruzar lugares peligrosos y no tener miedo”. Pero, según se desarrolla su diálogo en el versículo, David utiliza las palabras: “me llenas de confianza”. Es decir, que esta intervención de nuestro creador, posee la intensión de cambiar un asunto interno que podemos llamar actitud. Cuando solamente motivamos, nuestro intelecto nada mas buscará responder al significado emocional de la palabra emitida: tu puedes, eres formidable, etc. La emotividad es tan cambiante e impredecible como el clima y estará sujeta a la percepción que tenga el individuo de su realidad. Es aquí que interviene nuestro padre celestial para cambiar nuestro enfoqué. Les narraré el siguiente ejemplo, este puede servir como marco de referencia del efecto de solamente utilizar la motivación para obtener resultados.
Antes de trabajar como asesor independiente en el campo de la fotografía y las artes gráfica, trabajé para una empresa privada. En el inicio fui contratado como un empleado mas de la línea de producción. Con el paso del tiempo llegué a coordinar a los demás empleados. Al haber tenido la experiencia en la línea de producción gráfica, conocía el sentir de mis compañeros sobre la rutina laboral, la carga de trabajo, las fechas límite y el agotamiento de la creatividad. En cada temporada alta se nos impulsaba a producir más en menos tiempo. Aunque recibimos algunas charlas de motivadores, también nos decían que nosotros éramos una parte importante de la empresa. De este modo lográbamos cumplir con las metas de productividad, nos daban palabras de agradecimiento por el esfuerzo y nuestros salario aumentaba gracias a las horas extras de labor. Pero al final, gran parte de los empleados se sentía contradictoriamente desmotivados. Si el objetivo fue alcanzado, ¿Porqué surgió este sentimiento de desánimo? Al indagar un poco encontré varios factores, pero me di cuenta de la razón principal. Se trabajaba en base a intereses y no por convicciones. La gran mayoría quería mantener su trabajo seguro y las horas extras ayudaban a pagar las cuentas, pero no habían cultivado el espíritu de la cultura corporativa. Ese credo que te hace comprometerte como empleado a dar un mejor servicio porque estas convencido que el producto que creas posee un gran valor, hará la diferencia en el mercado y beneficiará a los clientes. Tal parece que había muerto la inspiración que nace de sentirse parte de algo único a pesar de las circunstancias. Entonces, se puede extraer de esta experiencia que la motivación trabajaba en dos vías, el cumplimiento de metas y por medio de esto obtener seguridad laboral, pero no estaban influenciados un compromiso real. Por su parte lo que en este artículo llamamos afirmación, en una empresa se define como empoderamiento o apoderamiento, que se refiere al proceso de aprendizaje que aumenta la fortaleza interna de los individuos para impulsar cambios y actitudes positivas en medio de las situaciones que le rodean. El resultado de este apoderamiento o afirmación, tiene como beneficio, el firme desarrollo de la confianza en las capacidades de los individuo con relación sus responsabilidades sea en el trabajo, en el hogar y en su sociedad, entre otros.
Veamos que nos dice sobre esto la lectura al continuar su desarrollo: “con tu vara de pastor me reconfortas”. Un buen pastor no empuja con su vara a una oveja, así como un padre no debería manipular a un hijo, ni un jefe debe darle falsas expectativas a un subordinado. El pasaje bíblico dice que cuando necesitamos dirección, quien nos guíe, deberá hacerlo en miras de que tengamos una perspectiva correcta de los eventos y esto nos de fuerzas para continuar adelante en pos de las soluciones, transformando así la mala actitud. Cuando se logra esto, conseguimos un cambio interno proveniente de la reflexión sobre la experiencia, es aquí donde el conocimiento se hace duradero y se convierte en un estilo de vivir. Es entonces que debemos integrar las palabras de motivación. La motivación se define como, estimulación para animar e interesar. Recibir un estímulo sin antes haber pasado por un proceso de cambio y comprensión interna, se puede convertir en un poderoso enemigo. Las motivaciones son impulsadas principalmente por nuestros intereses. El asunto con este reforzamiento emocional es que si no logramos nuestro objetivo, nos sentimos derrotados, defraudados y hasta rebeldes. Todo esto surge porque no se trabajó con el ambiente interno y nos sentimos completamente inseguros, pues nada mas nos quedamos en la superficie y no construimos un buen cimiento que aguante la carga de los retos de la vida. Siempre estaremos actuando por impulso, entonces una y otra vez, seremos derrotados.
Si no se crea el carácter adecuadamente, no veremos nuestras deficiencias como áreas de crecimiento y oportunidad. Todo lo contario, esas inseguridades se pueden transformar en complejos y estos pueden fomentar conductas distorsionadas donde nos percibimos superiores a los demás y hasta humillar a otros.El apóstol Pablo nos advierte sobre esto: “ninguno se crea mejor de lo que realmente es. Sean realistas al evaluarse a ustedes mismos, háganlo según la medida de fe que Dios les haya dado." Romanos 12:3 Nueva Traducción Viviente (NTV) Aquí hay varios puntos importantes para poder manejar correctamente la motivación. Ser realista, debemos decir la verdad respecto a la palabra de estímulo. Si el niño(a) o la persona no muestra la conducta adecuada, no debemos elogiarlo y crear una falsa identidad. Evaluarnos, vea que regresamos a lo que mencioné en un párrafo anterior, es necesario examinar nuestra actitud interna.
La crianza de los hijos, al igual que la educación continua de nosotros los padres o de cualquier individuo, es un asunto de disciplina. Para mi la disciplina es un proceso de instrucción para adquirir destrezas. Convirtamos este ejercicio de la afirmación y la motivación en un hábito en el cual adquiramos la pericia que nos permita forjar una nueva generación mas próspera y estable. De esta forma levantaremos individuos con mayor valor personal, familias con vínculos fuertes que sean capaces de establecer posturas sociales y sobre todo, conscientes de su identidad en Dios. Recordemos que la mayor satisfacción que tendremos es de haber preparado hombres y mujeres seguros e independientes que puedan integrarse en cualquier ámbito de nuestra sociedad.
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