
Ester y Mardoqueo
Tiempo de influenciar y preservar a una generación
Por: Damaris Pérez López
Ester era judía, huérfana y fue llevada cautiva a la antigua Persia en tiempos del Rey Asuero. Fue criada por su primo Mardoqueo, quien fue una persona muy importante en la vida de Ester. Mardoqueo le enseño a vivir de acuerdo a sus principios y la hizo crecer en obediencia. Le ayudo a comprender los planes de Dios para con su vida, haciéndola entender que había nacido para salvar a los judíos de los planes perversos de Amán.
Dios preparó y colocó a Ester en un lugar estratégico para ser usada por Él, pero no resulto suficiente con que se hubiese convertido en la esposa del Rey Asuero. Fue necesario que Ester fuese sensible a la necesidad de su pueblo y estuviese dispuesta a arriesgar su vida. Requirió mucho valor enfrentarse a Amán, pero regida por la verdad y sostenida en el poder y la justicia de Dios, en quien confiaba, acudió al Rey sin este haberla autorizado. Una vez allí, y siendo recibida por este, intercedió en favor de su pueblo, solicitó la protección de los judíos y por la creación de leyes que garantizaran la preservación de su pueblo.
Se separó antes en ayuno y oración y luego actuó de forma inteligente y estratégica, no llegó donde el Rey a acusar a su hombre de confianza, sino que aprovecho el favor del Rey para hacer una petición que dejaría en evidencia los planes de Amán, al punto de llevarlo a perder su vida.
Vivimos unos tiempos que en ocasiones nos hacen sentir cautivos, amenazados, impotentes, pero debemos entender que no estamos llamados a ver la adversidad. Más bien debemos tener clara nuestra identidad de hijos, nosotros no somos huérfanos. Nos debemos sustentar en los principios eternos del Reino de Dios y obedecerle, aceptar su desafío de convertirnos en agentes de cambio para un mundo oprimido. Estamos en este mundo, en esta hora y resulta necesario tener el valor de interceder y actuar para dejar al descubierto la intención de destrucción de nuestro adversario y que podamos frustar sus planes. Es necesario que oremos al Padre y le pidamos nos brinde la estrategia para persuadir con la verdad y traer luz en medio de las tinieblas.
Es importante que enseñemos a nuestros niños y jóvenes a que vivan como embajadores del Reino de Dios, que seamos como Mardoqueo para la nueva generación. Que los libremos del decreto de muerte de Amán influenciándoles con la entrega y la pasión por cumplir los propósitos de Dios. Cimentándolos en la verdad y la obediencia, haciéndoles descubrir quiénes son en Dios y que sin Él nada son. Que sus vidas serán preservadas para que a su vez puedan ser de influencia a otros.
Levantemos niños y jóvenes fuertes, valientes, guerreros de la fe, que amen a Dios sobre todas las cosas y a su prójimo como a sí mismo. Que tengan clara su identidad, que no se dejen confundir por corrientes equivocadas y que traigan luz; que no teman expresar las verdades eternas y absolutas del Reino de los Cielos, que no llamen a lo malo bueno y a lo bueno malo.
Recordemos que las generaciones tienen la responsabilidad de equipar a la próxima para el cumplimiento de su propósito en Dios, para las batallas a las que se enfrentaran. Es tiempo de ser influencia y que acontezca como en aquellos tiempos, que muchos se vuelvan a Dios por su favor manifestado en nuestras vidas.
Ester 8:17
En cada provincia y en cada ciudad adonde llegó el mandamiento del rey, los judíos tuvieron alegría y gozo, banquete y día de placer. Y muchos de entre los pueblos de la tierra se hacían judíos, pues el temor de los judíos se había apoderado de ellos.
Para esta hora nacimos y fuimos llamados a influenciar.
Foto recuperada de Google
El material educativo y los recursos son desarrollados por el equipo de Encuentro de Familia y su afiliada Visión Encuentro.
No se autoriza la reproducción para la venta de estos recursos.
Todos los Derechos reservados. ©2016 Encuentro de Familia
Tiempo de influenciar y preservar a una generación
Por: Damaris Pérez López
Ester era judía, huérfana y fue llevada cautiva a la antigua Persia en tiempos del Rey Asuero. Fue criada por su primo Mardoqueo, quien fue una persona muy importante en la vida de Ester. Mardoqueo le enseño a vivir de acuerdo a sus principios y la hizo crecer en obediencia. Le ayudo a comprender los planes de Dios para con su vida, haciéndola entender que había nacido para salvar a los judíos de los planes perversos de Amán.
Dios preparó y colocó a Ester en un lugar estratégico para ser usada por Él, pero no resulto suficiente con que se hubiese convertido en la esposa del Rey Asuero. Fue necesario que Ester fuese sensible a la necesidad de su pueblo y estuviese dispuesta a arriesgar su vida. Requirió mucho valor enfrentarse a Amán, pero regida por la verdad y sostenida en el poder y la justicia de Dios, en quien confiaba, acudió al Rey sin este haberla autorizado. Una vez allí, y siendo recibida por este, intercedió en favor de su pueblo, solicitó la protección de los judíos y por la creación de leyes que garantizaran la preservación de su pueblo.
Se separó antes en ayuno y oración y luego actuó de forma inteligente y estratégica, no llegó donde el Rey a acusar a su hombre de confianza, sino que aprovecho el favor del Rey para hacer una petición que dejaría en evidencia los planes de Amán, al punto de llevarlo a perder su vida.
Vivimos unos tiempos que en ocasiones nos hacen sentir cautivos, amenazados, impotentes, pero debemos entender que no estamos llamados a ver la adversidad. Más bien debemos tener clara nuestra identidad de hijos, nosotros no somos huérfanos. Nos debemos sustentar en los principios eternos del Reino de Dios y obedecerle, aceptar su desafío de convertirnos en agentes de cambio para un mundo oprimido. Estamos en este mundo, en esta hora y resulta necesario tener el valor de interceder y actuar para dejar al descubierto la intención de destrucción de nuestro adversario y que podamos frustar sus planes. Es necesario que oremos al Padre y le pidamos nos brinde la estrategia para persuadir con la verdad y traer luz en medio de las tinieblas.
Es importante que enseñemos a nuestros niños y jóvenes a que vivan como embajadores del Reino de Dios, que seamos como Mardoqueo para la nueva generación. Que los libremos del decreto de muerte de Amán influenciándoles con la entrega y la pasión por cumplir los propósitos de Dios. Cimentándolos en la verdad y la obediencia, haciéndoles descubrir quiénes son en Dios y que sin Él nada son. Que sus vidas serán preservadas para que a su vez puedan ser de influencia a otros.
Levantemos niños y jóvenes fuertes, valientes, guerreros de la fe, que amen a Dios sobre todas las cosas y a su prójimo como a sí mismo. Que tengan clara su identidad, que no se dejen confundir por corrientes equivocadas y que traigan luz; que no teman expresar las verdades eternas y absolutas del Reino de los Cielos, que no llamen a lo malo bueno y a lo bueno malo.
Recordemos que las generaciones tienen la responsabilidad de equipar a la próxima para el cumplimiento de su propósito en Dios, para las batallas a las que se enfrentaran. Es tiempo de ser influencia y que acontezca como en aquellos tiempos, que muchos se vuelvan a Dios por su favor manifestado en nuestras vidas.
Ester 8:17
En cada provincia y en cada ciudad adonde llegó el mandamiento del rey, los judíos tuvieron alegría y gozo, banquete y día de placer. Y muchos de entre los pueblos de la tierra se hacían judíos, pues el temor de los judíos se había apoderado de ellos.
Para esta hora nacimos y fuimos llamados a influenciar.
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