Familias proclamando el Legado de la Cruz
Por Yanira E. Santana
La Semana Santa ha cambiado mucho desde que era una niña. Existía cierto respeto y reverencia a esta semana. Tal vez rayaba en la exageración, pero al comparar el concepto que tenemos hoy de la Semana Santa, prefería el de antes. La Semana Santa destaca y nos hace recordar la historia de amor más grande del mundo. Una historia que hemos reducido en nuestra rutina religiosa y a la manera que nos hemos conformado a este mundo. Reflexionemos acerca de lo que Dios ha hecho por nosotros. Te invito a leer Isaías capítulo 53 completo. Aquí te incluyo un fragmento de los versículos 5y 6:
Pero él fue traspasado por nuestras rebeliones
y aplastado por nuestros pecados.
Fue golpeado para que nosotros estuviéramos en paz;
fue azotado para que pudiéramos ser sanados.
Todos nosotros nos hemos extraviado como ovejas;
hemos dejado los caminos de Dios para seguir los nuestros.
Sin embargo, el Señor puso sobre él
los pecados de todos nosotros.
Isaías revela magistralmente el plan amoroso de Dios a la humanidad que le costo tan horrendo dolor a Cristo, también destaca la actitud que asumiríamos ante la bondad de Dios.
Fue despreciado y rechazado:
hombre de dolores, conocedor del dolor más profundo.
Nosotros le dimos la espalda y desviamos la mirada;
fue despreciado, y no nos importó.v3
El sacrificio de Jesús es digno de ser reconocido, proclamado y exaltado. Es necesario tomar conciencia de lo que esto implica. El Rey del Universo humillándose y muriendo bajo tortura, por amor a nosotros. Es digno de proclamarlo a todos en especial a nuestra familia. Cada familia cristiana debe reconocer, proclamar y exaltar a Jesús por su sacrificio. Esto es un proceso continuo, diario el cual demostramos con nuestras vidas, ya que esta es la verdadera adoración.
Estamos en la obligación de dejar un legado de respeto y de temor de Dios a las futuras generaciones. Esto se da primeramente basado en el conocimiento de Dios, de quien Él es, lo que ha hecho, hace y hará. Resistir a conformarnos a este mundo aceptando las ofertas que no exaltan el sacrificio de Jesús. Esta Semana Santa en que el mundo observa desde sus entretenimientos que hace y dice la iglesia es el momento de decir ‘por esta historia de amor hay verdadera libertad, paz y victoria”.
Vivamos esta semana ofreciendo un legado a muestras familias de amor, respeto y exaltación a Cristo por lo que ha hecho por nosotros. Proclamemos la victoria sobre el pecado y la muerte ganada con sangre en la cruz y rechacemos firmemente la oferta de distracción que nos ofrece el mundo.
Yo le rendiré los honores de un soldado victorioso,
porque se expuso a la muerte.
Fue contado entre los rebeldes.
Cargó con los pecados de muchos e intercedió por los transgresores.
Isaías 53:12
La Semana Santa ha cambiado mucho desde que era una niña. Existía cierto respeto y reverencia a esta semana. Tal vez rayaba en la exageración, pero al comparar el concepto que tenemos hoy de la Semana Santa, prefería el de antes. La Semana Santa destaca y nos hace recordar la historia de amor más grande del mundo. Una historia que hemos reducido en nuestra rutina religiosa y a la manera que nos hemos conformado a este mundo. Reflexionemos acerca de lo que Dios ha hecho por nosotros. Te invito a leer Isaías capítulo 53 completo. Aquí te incluyo un fragmento de los versículos 5y 6:
Pero él fue traspasado por nuestras rebeliones
y aplastado por nuestros pecados.
Fue golpeado para que nosotros estuviéramos en paz;
fue azotado para que pudiéramos ser sanados.
Todos nosotros nos hemos extraviado como ovejas;
hemos dejado los caminos de Dios para seguir los nuestros.
Sin embargo, el Señor puso sobre él
los pecados de todos nosotros.
Isaías revela magistralmente el plan amoroso de Dios a la humanidad que le costo tan horrendo dolor a Cristo, también destaca la actitud que asumiríamos ante la bondad de Dios.
Fue despreciado y rechazado:
hombre de dolores, conocedor del dolor más profundo.
Nosotros le dimos la espalda y desviamos la mirada;
fue despreciado, y no nos importó.v3
El sacrificio de Jesús es digno de ser reconocido, proclamado y exaltado. Es necesario tomar conciencia de lo que esto implica. El Rey del Universo humillándose y muriendo bajo tortura, por amor a nosotros. Es digno de proclamarlo a todos en especial a nuestra familia. Cada familia cristiana debe reconocer, proclamar y exaltar a Jesús por su sacrificio. Esto es un proceso continuo, diario el cual demostramos con nuestras vidas, ya que esta es la verdadera adoración.
Estamos en la obligación de dejar un legado de respeto y de temor de Dios a las futuras generaciones. Esto se da primeramente basado en el conocimiento de Dios, de quien Él es, lo que ha hecho, hace y hará. Resistir a conformarnos a este mundo aceptando las ofertas que no exaltan el sacrificio de Jesús. Esta Semana Santa en que el mundo observa desde sus entretenimientos que hace y dice la iglesia es el momento de decir ‘por esta historia de amor hay verdadera libertad, paz y victoria”.
Vivamos esta semana ofreciendo un legado a muestras familias de amor, respeto y exaltación a Cristo por lo que ha hecho por nosotros. Proclamemos la victoria sobre el pecado y la muerte ganada con sangre en la cruz y rechacemos firmemente la oferta de distracción que nos ofrece el mundo.
Yo le rendiré los honores de un soldado victorioso,
porque se expuso a la muerte.
Fue contado entre los rebeldes.
Cargó con los pecados de muchos e intercedió por los transgresores.
Isaías 53:12