En La Escuela De La Plenitud (Gratitud 101)
Por: José Efraín Rodríguez Agosto
Llegó la época festiva y gran parte de nosotros estamos planificando las reuniones familiares, iniciando con la cena del día de Acción de Gracias. Hay algunos miembros de nuestras familias que han hecho sus planes con meses de anticipación. Mi esposa es una de esas impetuosas coordinadoras de eventos familiares, que gusta de hacer los preparativos y las decoraciones. Todos esperamos con ansias reunirnos para compartir las historias de todo un año. Dentro de esta celebración de Acción de Gracias, tradicionalmente se prepara la mesa, se sirven los alimentos y antes de consumirlos, en un acto significativo, se hace una oración de gratitud. Cada año damos gracias por todo lo recibido, esto puede ser: salud, trabajo, cosas materiales, provisión económica, entre muchos otros. Mas hoy no deseo limitar la acción de gracias a una oración de época o como un acto de recibir. Mi deseo es hablar de la gratitud como un estilo de vida, meditemos en la siguiente cita:
“La gratitud es la actitud básica cristiana". Martín Lutero
La palabra actitud podemos definirla como disponer nuestro ánimo para asumir una conducta específica que deseamos manifestar. Desde aquí Martín Lutero nos hace una invitación a adquirir una postura de acción por medio de nuestra conducta. Personalmente y haciéndome eco de Lutero, desde mi experiencia no gusto de limitar mi agradecimiento a un día específico. Cada día hago un esfuerzo real por vivir con una actitud agradecida de forma genuina. No niego que cuesta trabajo y conlleva un gran esfuerzo. Hay días que uno no se siente tan complacido con la situaciones que nos acontecen. De una cosa estoy seguro, ahora soy mucho más agradecido que antes e intento demostrarlo en mi diario vivir. Por ejemplo, hace poco me propuse visitar a cinco personas que de alguna forma tocaron mi vida con bienestar. Aunque mi agenda y las distancias me hicieron querer desistir de hacerlo, busqué cumplir lo que me propuse. Uno a uno pude reunirme con ellos y decirle personalmente cómo su vidas habían transformado la mía. Unos me abrazaron y con otros lloré, pero todos quedamos profundamente satisfechos con nuestro encuentro. Lo cual me lleva a compartirles la siguiente oración que encontré al preparar esté artículo:
“La gratitud cristiana no se ve como un mero sentimiento, sino como una virtud que da forma no solo a las emociones y pensamientos, sino también a acciones y hechos. Hoy en día todavía se la menciona como el corazón del evangelio. La gratitud moldea y da forma a la vida cristiana.”1,2
Cada una de nuestras familias se ha sentado a la mesa a dar gracias, pero… ¿cuántos nos hemos educado profundamente en un estilo de vida de acción de gracias? Para Jesús sentarse a la mesa y dar gracias no era una experiencia suscrita a eventos particulares. El Mesías, no perdía la oportunidad de iniciar una buena comida sin antes dar gracias. Veamos cual fue la experiencia de Jesús en el siguiente evento:
Luego de ordenar que la gente se sentara sobre la hierba, Jesús tomó los cinco panes y los dos pescados, miró al cielo y dio gracias (bendijo) a Dios. Después partió los panes y se los dio a los discípulos, para que ellos los repartieran a la gente. Mateo 14:19 (TLA)
Según la historia de “La multiplicación de los panes y los peces”, una gran multitud seguía a Jesús para escucharle. Estaban muy hambrientos, por lo cual Jesús motiva a sus discípulos a preparar la mesa en pleno campo abierto (piense en un día de campo), ante gente que no necesariamente conocía. El dato relevante para este escrito es, que Jesús rompió el patrón y prefirió llenar los estómagos antes que los oídos. Buscó que sus discípulos asumieran un rol de meseros y no de gerentes del restaurante. Lo primero que hace El Maestro es dar gracias y es ese acto es el que provoca la multiplicación. La gratitud no siempre es iniciada por el que recibe. También se manifiesta en la persona que genuinamente desea dar a otros, entonces se suscita un gran milagro. Los que nos observan desearán seguirnos, no por nuestras palabras, sino por la congruencia de nuestros actos. La gratitud, el agradecimiento o la apreciación, más que un sentimiento, es una actitud que reconoce un beneficio que se a concedido o recibido. Al estudiar sobre la gratitud podemos comprender, que experimentar esta emoción genera un estado de felicidad. Mientras más aumentamos su frecuencia puede convertirse en un rasgo de nuestra personalidad. Es decir, se vuelve parte natural de nosotros y nuestras acciones. Veamos algunos beneficios de adoptar e internalizar una actitud de gratitud.
Ser Más Felices 3,4
Sentir gratitud hacia el mundo en general y no darle espacio al resentimiento por lo que no se tiene, es una buena estrategia para enfocar nuestras vidas. Esto nos trae beneficios tales como: sentirnos menos deprimidos, nos baja la ansiedad y adquirimos profunda satisfacción.
Emociones Positivas 3,4
Si ser más feliz le llamo la atención, no puede dejar de leer los beneficios adicionales de vivir lleno de acción de gracias. Mencionaré algunos que encontré: alegría, amor, optimismo, creatividad, sabiduría y resilencia. Todas y cada uno de estos beneficios son vistos como grandes fortaleza y virtudes. En un reporte que leí comentaba que ese estado de felicidad, provocado por una actitud agradecida, previene las condiciones mentales y hasta nos puede librar del consumo de drogas y alcohol. Creo que ya estamos ganando.
Crecimiento Personal a,b
Estudios demuestran que las personas agradecidas pueden manejar mejor sus circunstancias, poseen un propósito claro en la vida, y se aceptan tal como son. Su grado de madurez les facilita buscar ayuda de otras personas, no temen afrontar problemas, ni culpan a otros de ellos. Incluso, duerme mejor, pues no se enfocan en pensamientos negativos. Todo esto contribuye directamente al fortalecimiento de su salud mental. También fomenta el carácter, pues ese crecimiento personal tiende a moldear personas amables. Individuos dispuestos a sacrificar las ganancias individuales para el beneficio común. La gratitud y el aumento de bienestar no solo son para el individuo, sino para todas las personas que le rodean.
Relaciones Interpersonales
La gratitud nos ayuda a fortalecer las relaciones con otros por medio del aprecio. Cuando le demostramos a otros que valoramos la riqueza de la relación, no sólo conseguiremos buenos amigos, sino compañeros para impulsar proyectos de vida. Por ejemplo, mi esposa le da un alto valor al gesto de hacer regalos. Esta Navidad ella se propuso participar de una programa de donaciones llamado “Operación Niño de la Navidad. Inicialmente, ella asistió a una orientación sobre los procesos de las donaciones. Luego incluyó a nuestros hijos y yo les seguí el paso. Comentamos la iniciativa con familiares y ellos también se nos unieron. Finalmente el amor que Vanessa siente por bendecir a otros fue tan grande que motivó a sus compañeros de trabajo. Como resultado se confeccionaron más cajas con artículos para las donaciones. Un día después nuestra hija se sintió comprometida en presentar la campaña de donaciones en su escuela. En el instante que reconocemos que Dios nos ha dado suficiente, en nuestro interior se enciende una flama por proveer a otros. En este punto no compartimos lo que nos sobra, pero si hacemos que otros se sumerjan en la abundancia. Cuando otros ven esto, se consolidan las relaciones y juntos formamos una fuerza que genera cambios.
Les he enseñado que deben trabajar y ayudar a los que nada tienen. Recuerden lo que nos dijo el Señor Jesús: “Dios bendice más al que da que al que recibe.” Hechos 20:35
Diferenciar El Agradecimiento Del Sentido De Deuda 5,6
Es muy fácil confundir la gratitud con la deuda moral. Por ejemplo, cuando recibamos algún beneficio de parte de otra persona y nos sentimos obligados a retribuirlo. El agradecimiento no intenta saldar una deuda. La verdadera gratitud nunca olvidará el favor otorgado. Mas bien intentará honrar la inversión que se ha hecho a su favor, buscando un propósito más elevado para su vida. Encontrando la forma de multiplicar lo adquirido para pasar el beneficio a alguien más y no se rompa la cadena de provisión. Pienso que todo lo que damos nos hace parte de otros y todo lo que recibimos nos hace parte de alguien más. En Lucas 6:38 (TLA) dice:
Denles a otros lo necesario, y Dios les dará a ustedes lo que necesiten. En verdad, Dios les dará la misma medida que ustedes den a los demás. Si dan trigo, recibirán una bolsa llena de trigo, bien apretada y repleta, sin que tengan que ir a buscarla.»
Crecimiento Espiritual
No se usted, pero a mi se me hacía muy difícil ser agradecido. Aún tengo mis días donde necesito recordar que la gratitud, como toda destreza nueva, debe ser practicada intencionalmente para que podamos crecer. Cuando reconocemos a nuestro prójimo como nuestros iguales, comprendemos que estamos sujetos a las mismas necesidades y situaciones de vida. Esto nos hace más sensibles y empáticos con las demás personas. Nos transforma en individuos con un mayor sentido de compromiso y humanidad, dejando de lado el egoísmo y la soberbia. Si deseamos echarle un ojo al termómetro de nuestra espiritualidad veamos la siguiente frase:
“El sentimiento de gratitud es una de las maneras más precisas de encontrar la presencia de Dios en la vida de una persona.” Edwards
De manera que, si somos los que estamos dando algún beneficio, puede ser muy tentador tener intenciones de dar para obtener algo a cambio. Esto último sería más bien una relación de negocios o intercambio, lo cual estaría muy lejos el acto o sentido real de bienestar y gratitud que deseo transmitirles. A continuación compartiré algunas prácticas que expertos sugieren y que nos pueden ayudar a tener la intensión adecuada:
Encuentre Una Razón
Alguna vez ha visto a alguien o se ha encontrado usted cantando solo y espontáneamente. Yo lo he visto en mis hijos. Esa entonación muestra que su mente y su cuerpo sienten una infinita complacencia con lo que usted es para si mismo, para los demás y para Dios. Si no encuentra alguna razón para dar gracias, cante alguna melodía que exprese su gratitud. Incluso en la bañera aunque desentone.
Cero Comparaciones
No se comparé con nadie y no sienta envidia por lo que otros tienen. Todos tenemos grandes talentos, rasgos únicos. Alégrese por el éxito de otros y si le es posible contribuya a su crecimiento, el resultado será una experiencia de aprendizaje que lo equipará para cuando llegue su momento especial.
Notas de Gratitud
Escriba un corto mensaje y envíelo por email, un mensaje de texto o haga un “post” en alguna de las redes sociales. Sino es muy diestro con la tecnología, deje notas pegadas en la nevera de su casa, en la libreta de sus hijos o en la cuenta del restaurante. También envíe postales, se sorprenderá de la reacción y los cambios que esto provocará en usted y en los demás.
Escribir Un Diario De Gratitud
¿Ha escuchado la frase “Cuente sus bendiciones”? Un diario reflexivo puede ayudarnos a considerar cuantas cosas hemos recibido y por las cuales debemos estar agradecidos. Tomemos notas diarias de al menos tres cosas por las que pudiéramos estar agradecidos. Esa bitácora puede salvarnos en los días que perdamos de vista el rumbo.
Tengo que confesar cuanto ignoraba sobre el tema de la Acción de Gracias. Me vi forzado a estudiar para poder escribir sobre este tema. Siento que he tomado un curso intensivo en la escuela de la plenitud y la gratitud. Ahora usted y yo tenemos el reto de internalizar este conocimiento para poder vivirlo. Eclesiastés 5:18-19 (NTV) dice: Aun así, he notado al menos una cosa positiva. Es bueno que la gente coma, beba y disfrute del trabajo que hace bajo el sol durante el corto tiempo de vida que Dios le concedió, y que acepte su destino. 19 También es algo bueno recibir riquezas de parte de Dios y la buena salud para disfrutarlas. Disfrutar del trabajo y aceptar lo que depara la vida son verdaderos regalos de Dios.
Es bueno reunirnos y sentarnos ante una mesa repleta de alimentos. Es gratificante sentirnos recompensados por el esfuerzo de nuestro trabajo de todo un año. Pero debemos reconocer que todo esto proviene de Dios. El texto nos invita a trabajar arduamente. Y que tal si convertimos la acción de gracias en un empleo de tiempo completo. Cómo sería visualizar el mundo como una mesa servida. Donde disfrutemos de ver otras vidas sentadas frente a nosotros, gozando de la abundancia compartida. Los cierto es que nuestra humanidad debería crecer. No deberíamos sentirnos atados a la obsesión de la popularidad o del éxito que demarca nuestra sociedad. Tenemos permiso para buscar lo mejor para nosotros, pero con la visión de incluir a otros. Esto implica un cambio de enfoque.
Hoy nuestro éxito debería estar demarcado por superarnos desde el interior y que esa transformación se refleje en el exterior. Si tenemos a alguien significativo en nuestras vida, si poseemos la capacidad de perdonar y pedir perdón, el mundo será nuestro hogar. Los demás confiarán en nosotros y desearán esa gracia que tenemos. No nos enfoquemos tanto en lo material. Debemos darnos cuenta que lo que tenemos es el don de la presencia de Dios y eso nos completa. Notemos el cometario positivo que habla el versículo bíblico anterior: “has trabajado y disfrutado de tu trabajo”. Emplearnos en la gratitud nos permitirá beber y comer junto a nuestros semejante y a la mesa de Dios. Todas nuestras posesiones seguirán siendo sólo un regalo que Dios nos ha dado por un tiempo. No sabemos si será largo o corto, tal como es la misma vida.
Es bueno crecer y prosperar, yo lo anhelo. Con la experiencia he aprendido que lo primordial es la buena salud para poder disfrutar lo que Dios nos regala. No importando lo que suceda hoy o mañana, deberemos superar lo que nos depare la vida. Ser agradecidos por el privilegio de haber disfrutado de los dones concedidos. Cada persona es un regalo divino, disfrutemos dando y compartiendo. Centremos nuestras vidas en deleitarnos de los esfuerzo que se nos conceda hacer para favorecer a los demás. Dios conoce nuestros corazones y lo que hacemos con lo que Él nos da. No tengamos temor a la escases, la providencia celestial no nos abandonará. Mientras lee esto, usted continua vivo y tiene la gran oportunidad de establecer una conexión más fuerte con Dios. Él le dejará saber el bien que desea hacerle para que pueda brindarlo a otros. Dándonos a otros en acción de gracias nos dará en retribución valor y paz. Dios tiene planes con todos los miembros de nuestros hogares. No perdamos la oportunidad de enseñarles como vivir plenamente por medio de la gratitud.
Cerraré con una famosa cena llena de acción de gracias. En Lucas 22:19 (TLA) dice: También tomó pan y le dio gracias a Dios; luego lo partió, lo dio a sus discípulos y les dijo: «Esto es mi cuerpo, que ahora es entregado en favor de ustedes. De ahora en adelante, celebren esta cena y acuérdense de mí cuando partan el pan.»
Jesús invitó a sus discípulos y hoy nos invita a nosotros a sentarnos a la mesa para cenar con Él. Note que dio gracias por la oportunidad de ceder su bienestar para proveernos un bien mayor. Es esta la actitud que debe movernos en esta época y todos los días. Vivamos en acción de gracias, contagiemos a otros con el espíritu de la gratitud. Acción de Gracias no es una tradición, es un estilo de vida que influencia generaciones.
Si desea enviar sus comentarios sobre este artículo, puede hacerlo a: joseefrainpr@gmail.com
Bibliografías
1. Emmons, Robert A., and Teresa T. Kneezel. "Giving Gratitude: Spiritual and Religious Correlates of Gratitude." Journal of Psychology and Christianity 24.2 (2005): 140-48. Print.
2. Emmons, Robert Ą., and Cheryl A. Crumpler. "Gratitude as a Human Strength: Appraising the Evidence." Journal of Social and Clinical Psychology 19.1 (2000): 56-69. Print.
3. McCullough, M. E., Tsang, J., & Emmons, R.A. (2004). Gratitude in Intermediate affective terrain: Links of grateful moods with individual differences and daily emotional experience. Journal of Personality and Social Psychology, 86, 295-309.
4. Wood, Alex, Stephen Joseph, and Alex Linley. "Gratitude--Parent of All Virtues." The Psychologist 20.1 (2007): 18-21. Print.
5. Watkins, P. C., Scheer, J., Ovnicek, M., & Kolts, R. (2006). The debt of gratitude:
Dissociating gratitude and indebtedness. Cognition and Emotion, 20, 217-241, DOI: 10.1080/02699930500172291.
a. Emmons, Robert A., and Teresa T. Kneezel. "Giving Gratitude: Spiritual and Religious Correlates of Gratitude." Journal of Psychology and Christianity 24.2 (2005): 140-48. Print.
b. Emmons, Robert Ą., and Cheryl A. Crumpler. "Gratitude as a Human Strength: Appraising the Evidence." Journal of Social and Clinical Psychology 19.1 (2000): 56-69. Print.
McCullough, M. E., Emmons, R. A., & Tsang, J. (2002). The grateful disposition: A conceptual and empirical topography. Journal of Personality and Social Psychology, 82, 112-127.
Referencias
6. Tsang, J. A. (2006).
Kashdan, T.B., Uswatte, G., & Julian, T. (2006).
Wood, A. M., Joseph, S. & Maltby (2009).
El material educativo y los recursos son desarrollados por el equipo de Encuentro de Familia y su afiliada Visión Encuentro.
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“La gratitud es la actitud básica cristiana". Martín Lutero
La palabra actitud podemos definirla como disponer nuestro ánimo para asumir una conducta específica que deseamos manifestar. Desde aquí Martín Lutero nos hace una invitación a adquirir una postura de acción por medio de nuestra conducta. Personalmente y haciéndome eco de Lutero, desde mi experiencia no gusto de limitar mi agradecimiento a un día específico. Cada día hago un esfuerzo real por vivir con una actitud agradecida de forma genuina. No niego que cuesta trabajo y conlleva un gran esfuerzo. Hay días que uno no se siente tan complacido con la situaciones que nos acontecen. De una cosa estoy seguro, ahora soy mucho más agradecido que antes e intento demostrarlo en mi diario vivir. Por ejemplo, hace poco me propuse visitar a cinco personas que de alguna forma tocaron mi vida con bienestar. Aunque mi agenda y las distancias me hicieron querer desistir de hacerlo, busqué cumplir lo que me propuse. Uno a uno pude reunirme con ellos y decirle personalmente cómo su vidas habían transformado la mía. Unos me abrazaron y con otros lloré, pero todos quedamos profundamente satisfechos con nuestro encuentro. Lo cual me lleva a compartirles la siguiente oración que encontré al preparar esté artículo:
“La gratitud cristiana no se ve como un mero sentimiento, sino como una virtud que da forma no solo a las emociones y pensamientos, sino también a acciones y hechos. Hoy en día todavía se la menciona como el corazón del evangelio. La gratitud moldea y da forma a la vida cristiana.”1,2
Cada una de nuestras familias se ha sentado a la mesa a dar gracias, pero… ¿cuántos nos hemos educado profundamente en un estilo de vida de acción de gracias? Para Jesús sentarse a la mesa y dar gracias no era una experiencia suscrita a eventos particulares. El Mesías, no perdía la oportunidad de iniciar una buena comida sin antes dar gracias. Veamos cual fue la experiencia de Jesús en el siguiente evento:
Luego de ordenar que la gente se sentara sobre la hierba, Jesús tomó los cinco panes y los dos pescados, miró al cielo y dio gracias (bendijo) a Dios. Después partió los panes y se los dio a los discípulos, para que ellos los repartieran a la gente. Mateo 14:19 (TLA)
Según la historia de “La multiplicación de los panes y los peces”, una gran multitud seguía a Jesús para escucharle. Estaban muy hambrientos, por lo cual Jesús motiva a sus discípulos a preparar la mesa en pleno campo abierto (piense en un día de campo), ante gente que no necesariamente conocía. El dato relevante para este escrito es, que Jesús rompió el patrón y prefirió llenar los estómagos antes que los oídos. Buscó que sus discípulos asumieran un rol de meseros y no de gerentes del restaurante. Lo primero que hace El Maestro es dar gracias y es ese acto es el que provoca la multiplicación. La gratitud no siempre es iniciada por el que recibe. También se manifiesta en la persona que genuinamente desea dar a otros, entonces se suscita un gran milagro. Los que nos observan desearán seguirnos, no por nuestras palabras, sino por la congruencia de nuestros actos. La gratitud, el agradecimiento o la apreciación, más que un sentimiento, es una actitud que reconoce un beneficio que se a concedido o recibido. Al estudiar sobre la gratitud podemos comprender, que experimentar esta emoción genera un estado de felicidad. Mientras más aumentamos su frecuencia puede convertirse en un rasgo de nuestra personalidad. Es decir, se vuelve parte natural de nosotros y nuestras acciones. Veamos algunos beneficios de adoptar e internalizar una actitud de gratitud.
Ser Más Felices 3,4
Sentir gratitud hacia el mundo en general y no darle espacio al resentimiento por lo que no se tiene, es una buena estrategia para enfocar nuestras vidas. Esto nos trae beneficios tales como: sentirnos menos deprimidos, nos baja la ansiedad y adquirimos profunda satisfacción.
Emociones Positivas 3,4
Si ser más feliz le llamo la atención, no puede dejar de leer los beneficios adicionales de vivir lleno de acción de gracias. Mencionaré algunos que encontré: alegría, amor, optimismo, creatividad, sabiduría y resilencia. Todas y cada uno de estos beneficios son vistos como grandes fortaleza y virtudes. En un reporte que leí comentaba que ese estado de felicidad, provocado por una actitud agradecida, previene las condiciones mentales y hasta nos puede librar del consumo de drogas y alcohol. Creo que ya estamos ganando.
Crecimiento Personal a,b
Estudios demuestran que las personas agradecidas pueden manejar mejor sus circunstancias, poseen un propósito claro en la vida, y se aceptan tal como son. Su grado de madurez les facilita buscar ayuda de otras personas, no temen afrontar problemas, ni culpan a otros de ellos. Incluso, duerme mejor, pues no se enfocan en pensamientos negativos. Todo esto contribuye directamente al fortalecimiento de su salud mental. También fomenta el carácter, pues ese crecimiento personal tiende a moldear personas amables. Individuos dispuestos a sacrificar las ganancias individuales para el beneficio común. La gratitud y el aumento de bienestar no solo son para el individuo, sino para todas las personas que le rodean.
Relaciones Interpersonales
La gratitud nos ayuda a fortalecer las relaciones con otros por medio del aprecio. Cuando le demostramos a otros que valoramos la riqueza de la relación, no sólo conseguiremos buenos amigos, sino compañeros para impulsar proyectos de vida. Por ejemplo, mi esposa le da un alto valor al gesto de hacer regalos. Esta Navidad ella se propuso participar de una programa de donaciones llamado “Operación Niño de la Navidad. Inicialmente, ella asistió a una orientación sobre los procesos de las donaciones. Luego incluyó a nuestros hijos y yo les seguí el paso. Comentamos la iniciativa con familiares y ellos también se nos unieron. Finalmente el amor que Vanessa siente por bendecir a otros fue tan grande que motivó a sus compañeros de trabajo. Como resultado se confeccionaron más cajas con artículos para las donaciones. Un día después nuestra hija se sintió comprometida en presentar la campaña de donaciones en su escuela. En el instante que reconocemos que Dios nos ha dado suficiente, en nuestro interior se enciende una flama por proveer a otros. En este punto no compartimos lo que nos sobra, pero si hacemos que otros se sumerjan en la abundancia. Cuando otros ven esto, se consolidan las relaciones y juntos formamos una fuerza que genera cambios.
Les he enseñado que deben trabajar y ayudar a los que nada tienen. Recuerden lo que nos dijo el Señor Jesús: “Dios bendice más al que da que al que recibe.” Hechos 20:35
Diferenciar El Agradecimiento Del Sentido De Deuda 5,6
Es muy fácil confundir la gratitud con la deuda moral. Por ejemplo, cuando recibamos algún beneficio de parte de otra persona y nos sentimos obligados a retribuirlo. El agradecimiento no intenta saldar una deuda. La verdadera gratitud nunca olvidará el favor otorgado. Mas bien intentará honrar la inversión que se ha hecho a su favor, buscando un propósito más elevado para su vida. Encontrando la forma de multiplicar lo adquirido para pasar el beneficio a alguien más y no se rompa la cadena de provisión. Pienso que todo lo que damos nos hace parte de otros y todo lo que recibimos nos hace parte de alguien más. En Lucas 6:38 (TLA) dice:
Denles a otros lo necesario, y Dios les dará a ustedes lo que necesiten. En verdad, Dios les dará la misma medida que ustedes den a los demás. Si dan trigo, recibirán una bolsa llena de trigo, bien apretada y repleta, sin que tengan que ir a buscarla.»
Crecimiento Espiritual
No se usted, pero a mi se me hacía muy difícil ser agradecido. Aún tengo mis días donde necesito recordar que la gratitud, como toda destreza nueva, debe ser practicada intencionalmente para que podamos crecer. Cuando reconocemos a nuestro prójimo como nuestros iguales, comprendemos que estamos sujetos a las mismas necesidades y situaciones de vida. Esto nos hace más sensibles y empáticos con las demás personas. Nos transforma en individuos con un mayor sentido de compromiso y humanidad, dejando de lado el egoísmo y la soberbia. Si deseamos echarle un ojo al termómetro de nuestra espiritualidad veamos la siguiente frase:
“El sentimiento de gratitud es una de las maneras más precisas de encontrar la presencia de Dios en la vida de una persona.” Edwards
De manera que, si somos los que estamos dando algún beneficio, puede ser muy tentador tener intenciones de dar para obtener algo a cambio. Esto último sería más bien una relación de negocios o intercambio, lo cual estaría muy lejos el acto o sentido real de bienestar y gratitud que deseo transmitirles. A continuación compartiré algunas prácticas que expertos sugieren y que nos pueden ayudar a tener la intensión adecuada:
Encuentre Una Razón
Alguna vez ha visto a alguien o se ha encontrado usted cantando solo y espontáneamente. Yo lo he visto en mis hijos. Esa entonación muestra que su mente y su cuerpo sienten una infinita complacencia con lo que usted es para si mismo, para los demás y para Dios. Si no encuentra alguna razón para dar gracias, cante alguna melodía que exprese su gratitud. Incluso en la bañera aunque desentone.
Cero Comparaciones
No se comparé con nadie y no sienta envidia por lo que otros tienen. Todos tenemos grandes talentos, rasgos únicos. Alégrese por el éxito de otros y si le es posible contribuya a su crecimiento, el resultado será una experiencia de aprendizaje que lo equipará para cuando llegue su momento especial.
Notas de Gratitud
Escriba un corto mensaje y envíelo por email, un mensaje de texto o haga un “post” en alguna de las redes sociales. Sino es muy diestro con la tecnología, deje notas pegadas en la nevera de su casa, en la libreta de sus hijos o en la cuenta del restaurante. También envíe postales, se sorprenderá de la reacción y los cambios que esto provocará en usted y en los demás.
Escribir Un Diario De Gratitud
¿Ha escuchado la frase “Cuente sus bendiciones”? Un diario reflexivo puede ayudarnos a considerar cuantas cosas hemos recibido y por las cuales debemos estar agradecidos. Tomemos notas diarias de al menos tres cosas por las que pudiéramos estar agradecidos. Esa bitácora puede salvarnos en los días que perdamos de vista el rumbo.
Tengo que confesar cuanto ignoraba sobre el tema de la Acción de Gracias. Me vi forzado a estudiar para poder escribir sobre este tema. Siento que he tomado un curso intensivo en la escuela de la plenitud y la gratitud. Ahora usted y yo tenemos el reto de internalizar este conocimiento para poder vivirlo. Eclesiastés 5:18-19 (NTV) dice: Aun así, he notado al menos una cosa positiva. Es bueno que la gente coma, beba y disfrute del trabajo que hace bajo el sol durante el corto tiempo de vida que Dios le concedió, y que acepte su destino. 19 También es algo bueno recibir riquezas de parte de Dios y la buena salud para disfrutarlas. Disfrutar del trabajo y aceptar lo que depara la vida son verdaderos regalos de Dios.
Es bueno reunirnos y sentarnos ante una mesa repleta de alimentos. Es gratificante sentirnos recompensados por el esfuerzo de nuestro trabajo de todo un año. Pero debemos reconocer que todo esto proviene de Dios. El texto nos invita a trabajar arduamente. Y que tal si convertimos la acción de gracias en un empleo de tiempo completo. Cómo sería visualizar el mundo como una mesa servida. Donde disfrutemos de ver otras vidas sentadas frente a nosotros, gozando de la abundancia compartida. Los cierto es que nuestra humanidad debería crecer. No deberíamos sentirnos atados a la obsesión de la popularidad o del éxito que demarca nuestra sociedad. Tenemos permiso para buscar lo mejor para nosotros, pero con la visión de incluir a otros. Esto implica un cambio de enfoque.
Hoy nuestro éxito debería estar demarcado por superarnos desde el interior y que esa transformación se refleje en el exterior. Si tenemos a alguien significativo en nuestras vida, si poseemos la capacidad de perdonar y pedir perdón, el mundo será nuestro hogar. Los demás confiarán en nosotros y desearán esa gracia que tenemos. No nos enfoquemos tanto en lo material. Debemos darnos cuenta que lo que tenemos es el don de la presencia de Dios y eso nos completa. Notemos el cometario positivo que habla el versículo bíblico anterior: “has trabajado y disfrutado de tu trabajo”. Emplearnos en la gratitud nos permitirá beber y comer junto a nuestros semejante y a la mesa de Dios. Todas nuestras posesiones seguirán siendo sólo un regalo que Dios nos ha dado por un tiempo. No sabemos si será largo o corto, tal como es la misma vida.
Es bueno crecer y prosperar, yo lo anhelo. Con la experiencia he aprendido que lo primordial es la buena salud para poder disfrutar lo que Dios nos regala. No importando lo que suceda hoy o mañana, deberemos superar lo que nos depare la vida. Ser agradecidos por el privilegio de haber disfrutado de los dones concedidos. Cada persona es un regalo divino, disfrutemos dando y compartiendo. Centremos nuestras vidas en deleitarnos de los esfuerzo que se nos conceda hacer para favorecer a los demás. Dios conoce nuestros corazones y lo que hacemos con lo que Él nos da. No tengamos temor a la escases, la providencia celestial no nos abandonará. Mientras lee esto, usted continua vivo y tiene la gran oportunidad de establecer una conexión más fuerte con Dios. Él le dejará saber el bien que desea hacerle para que pueda brindarlo a otros. Dándonos a otros en acción de gracias nos dará en retribución valor y paz. Dios tiene planes con todos los miembros de nuestros hogares. No perdamos la oportunidad de enseñarles como vivir plenamente por medio de la gratitud.
Cerraré con una famosa cena llena de acción de gracias. En Lucas 22:19 (TLA) dice: También tomó pan y le dio gracias a Dios; luego lo partió, lo dio a sus discípulos y les dijo: «Esto es mi cuerpo, que ahora es entregado en favor de ustedes. De ahora en adelante, celebren esta cena y acuérdense de mí cuando partan el pan.»
Jesús invitó a sus discípulos y hoy nos invita a nosotros a sentarnos a la mesa para cenar con Él. Note que dio gracias por la oportunidad de ceder su bienestar para proveernos un bien mayor. Es esta la actitud que debe movernos en esta época y todos los días. Vivamos en acción de gracias, contagiemos a otros con el espíritu de la gratitud. Acción de Gracias no es una tradición, es un estilo de vida que influencia generaciones.
Si desea enviar sus comentarios sobre este artículo, puede hacerlo a: joseefrainpr@gmail.com
Bibliografías
1. Emmons, Robert A., and Teresa T. Kneezel. "Giving Gratitude: Spiritual and Religious Correlates of Gratitude." Journal of Psychology and Christianity 24.2 (2005): 140-48. Print.
2. Emmons, Robert Ą., and Cheryl A. Crumpler. "Gratitude as a Human Strength: Appraising the Evidence." Journal of Social and Clinical Psychology 19.1 (2000): 56-69. Print.
3. McCullough, M. E., Tsang, J., & Emmons, R.A. (2004). Gratitude in Intermediate affective terrain: Links of grateful moods with individual differences and daily emotional experience. Journal of Personality and Social Psychology, 86, 295-309.
4. Wood, Alex, Stephen Joseph, and Alex Linley. "Gratitude--Parent of All Virtues." The Psychologist 20.1 (2007): 18-21. Print.
5. Watkins, P. C., Scheer, J., Ovnicek, M., & Kolts, R. (2006). The debt of gratitude:
Dissociating gratitude and indebtedness. Cognition and Emotion, 20, 217-241, DOI: 10.1080/02699930500172291.
a. Emmons, Robert A., and Teresa T. Kneezel. "Giving Gratitude: Spiritual and Religious Correlates of Gratitude." Journal of Psychology and Christianity 24.2 (2005): 140-48. Print.
b. Emmons, Robert Ą., and Cheryl A. Crumpler. "Gratitude as a Human Strength: Appraising the Evidence." Journal of Social and Clinical Psychology 19.1 (2000): 56-69. Print.
McCullough, M. E., Emmons, R. A., & Tsang, J. (2002). The grateful disposition: A conceptual and empirical topography. Journal of Personality and Social Psychology, 82, 112-127.
Referencias
6. Tsang, J. A. (2006).
Kashdan, T.B., Uswatte, G., & Julian, T. (2006).
Wood, A. M., Joseph, S. & Maltby (2009).
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