LA INTEGRIDAD DESATA JUSTICIA
Por: Damaris Pérez López
Dios creó al hombre a su imagen y a diferencia de los animales, que actúan principalmente por instinto, nuestro Creador estableció cualidades diferentes en nosotros. Entre ellas, el misterio de amor y libertad para tomar decisiones y actuar, conocido como libre albedrío. Lo que ocurre en nuestras vidas y el entorno que afectamos, en gran manera dependerá de nuestras decisiones. Dios anhela que lo hagamos parte de cada una de nuestras decisiones en la vida, aplicando con sabiduría esa libertad para elegir que nos fue entregada. Atesoremos el libre albedrío, un valioso regalo de Dios para reciprocarle amor. Si queremos que nuestros planes prosperen, debemos tomar decisiones en forma íntegra para que cuando se trasladen a la acción provoquen bienestar en cadena para nuestras vidas, nuestras familias, nuestras comunidades y el Mundo.
Veamos el ejemplo de Abraham, Dios hizo un pacto con él para que mantuviese sus diseños, anduviera en rectitud, integridad y justicia. ¡El propósito era que Abraham pudiese transmitir a su descendencia el modo de vivir y que estos fuesen de bendición a todas las familias de la Tierra!
La realidad de hoy es que hay una falta de integridad y de justicia a la que hay que poner fin. Señalamos los gobiernos y sistemas, pero no nos damos cuenta de cuanta responsabilidad tenemos para hacer que ese libre albedrio repercuta en bendición para nuestros descendientes, las generaciones que les seguirán y por ende a la Nación.
Se nos demanda integridad, lo cual significa ser sincero, sensato, recto, honesto y con una conducta alineada a la palabra de Dios. Se requiere carácter para vivir de forma íntegra, es una determinación y compromiso. La integridad envuelve varias áreas de la persona: sentimientos, pensamientos y decisiones; incluye las emociones, la inteligencia y la voluntad, alineadas a lo que sale del corazón de Dios.
"El justo anda en su integridad; !cuán dichosos son sus hijos después de él!" Proverbios 20:7
La palabra Justicia en la biblia, no solo esta cimentada en los derechos, sino también en obligaciones. El motivo esencial del evangelio del Reino no es para adquirir una felicidad individual, sino para que se cumpla el propósito eterno de Dios. El resultado de establecer ese Reino a través de una vida de integridad es que se desaten la justicia de Dios, Su paz y Su gozo sobre la Tierra.
"porque el reino de Dios no es comida ni bebida, sino justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo."
Romanos 14:17
Cuando se establece la justicia, se proclama el carácter del Rey, se conecta todo al diseño, al orden y fundamento de ese Reino. Cuando la justicia prevalece, entonces la paz se manifiesta y el propósito de Dios se activa. Una vez entramos por la puerta de la justicia y descansamos en la paz de Dios, el propósito de Él se cumple en nuestras vidas y podemos experimentar y disfrutar el gozo.
“Hoy pongo al cielo y a la tierra por testigos contra ti, de que te he dado a elegir entre la vida y la muerte, entre la bendición y la maldición. Elige, pues, la vida, para que vivan tú y tus descendientes.” Deuteronomio 30:19
Veamos el ejemplo de Abraham, Dios hizo un pacto con él para que mantuviese sus diseños, anduviera en rectitud, integridad y justicia. ¡El propósito era que Abraham pudiese transmitir a su descendencia el modo de vivir y que estos fuesen de bendición a todas las familias de la Tierra!
La realidad de hoy es que hay una falta de integridad y de justicia a la que hay que poner fin. Señalamos los gobiernos y sistemas, pero no nos damos cuenta de cuanta responsabilidad tenemos para hacer que ese libre albedrio repercuta en bendición para nuestros descendientes, las generaciones que les seguirán y por ende a la Nación.
Se nos demanda integridad, lo cual significa ser sincero, sensato, recto, honesto y con una conducta alineada a la palabra de Dios. Se requiere carácter para vivir de forma íntegra, es una determinación y compromiso. La integridad envuelve varias áreas de la persona: sentimientos, pensamientos y decisiones; incluye las emociones, la inteligencia y la voluntad, alineadas a lo que sale del corazón de Dios.
"El justo anda en su integridad; !cuán dichosos son sus hijos después de él!" Proverbios 20:7
La palabra Justicia en la biblia, no solo esta cimentada en los derechos, sino también en obligaciones. El motivo esencial del evangelio del Reino no es para adquirir una felicidad individual, sino para que se cumpla el propósito eterno de Dios. El resultado de establecer ese Reino a través de una vida de integridad es que se desaten la justicia de Dios, Su paz y Su gozo sobre la Tierra.
"porque el reino de Dios no es comida ni bebida, sino justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo."
Romanos 14:17
Cuando se establece la justicia, se proclama el carácter del Rey, se conecta todo al diseño, al orden y fundamento de ese Reino. Cuando la justicia prevalece, entonces la paz se manifiesta y el propósito de Dios se activa. Una vez entramos por la puerta de la justicia y descansamos en la paz de Dios, el propósito de Él se cumple en nuestras vidas y podemos experimentar y disfrutar el gozo.
“Hoy pongo al cielo y a la tierra por testigos contra ti, de que te he dado a elegir entre la vida y la muerte, entre la bendición y la maldición. Elige, pues, la vida, para que vivan tú y tus descendientes.” Deuteronomio 30:19