La Autoridad de los Padres
Por: Yanira E. Santana
La autoridad se define como prestigio y crédito que se reconoce a una persona por su legitimidad, por su calidad y competencia. En el contexto de la familia la Biblia establece que son los padres los comisionados a ser la autoridad del hogar, son ellos los reconocidos por Dios para ejercerla. El tema de la autoridad es uno que muchas veces genera conflicto, ya que no solo resistimos recibirla, si no que también resistimos ejercerla. Percibimos la autoridad como algo negativo. Tal vez por nuestras experiencias con ella. Muchos han vivido experiencias adversas de abuso de la autoridad o ausencia de ella. Mostrandose aprensivos y esquivos ante ella.
Esta percepción y sentimiento nos arrastra y acerca más a una cosmovisión mundana, pos moderna, no Bíblica.
Algunas ideas que responden a esta cosmovisión son:
Estos sentimientos responden al temor y a la inseguridad. La voluntad de Dios es que podamos pensar y conducirnos según la identidad que nos ha dado (2 Cor .5:17). Somos amados por Dios y esto nos hace aceptos ante Él por Cristo. Esta verdad nos imparte confianza de hacer lo que Dios nos comisiona, nos apodera de nuestra identidad y nuestro rol como padres.
Dios le confiere Autoridad a los padres para ejercerla.
Genesis:18:19 Dios dice a Abraham:
"Yo lo he elegido para que instruya a sus hijos y a su familia, a fin de que se mantengan en el camino del Señor y pongan en práctica lo que es justo y recto. Así el Señor crcer el llamado de instruccióumplirá lo que le ha prometido."
El Señor nos elige para instruir a nuestros hijos y familia, la obediencia nos garantiza el cumplimiento de la promesa de Dios. Si deseas bendición y cumplimiento hay que ejercer el llamado a instruir y ha pastorear a nuestros hijos por el camino justo y recto de Dios.
Nuestra Autoridad es legitima porque proviene de Dios, esto la convierte en una misión sagrada. Estamos obligados a ejercer la Autoridad en un acto de obediencia y amor a Dios y a nuestros hijos. Proverbios 3:12 dice:
"Pues el Señor corrige a los que ama tal como un padre corrige al hijo que es su deleite." (NVI)
Ejercer la autoridad y guiarlos por el camino correcto, es reflejo de nuestro amor a ellos y a Dios.
La autoridad implica una jerarquía para educar con amor para formar carácter. No debemos confundir autoridad a pisotear y abusar.
Arrastrarnos por la ira es precisamente dar la espalda a la autoridad conferida.
Bien nos aconseja la palabra en el libro de los Efesios, Ustedes, los padres no exasperen a sus hijos, sino edúquenlos en la disciplina y la instrucción del Señor.
El Padre se sitúa como maestro y pastor para guiar y enseñar. Su autoridad es dada por Dios y se somete a el. Aquí aflora nuestra humildad para reconocer nuestras faltas No tenemos que ser perfectos, vamos a fallar. Pero es Dios quien nos da fortaleza y sabiduría para realizar la tarea, el nos promete la victoria.
Ilustración: Bea Leonard, Darrell Wiskur y Beth Wilson / Libro: Camino a la Escuela
El material educativo y los recursos son desarrollados por el equipo de Encuentro de Familia y su afiliada Visión Encuentro.
No se autoriza la reproducción para la venta de estos recursos.
Todos los Derechos reservados. ©2016 Encuentro de Familia
Esta percepción y sentimiento nos arrastra y acerca más a una cosmovisión mundana, pos moderna, no Bíblica.
Algunas ideas que responden a esta cosmovisión son:
- No estoy capacitado para esta labor = Pobre auto concepto, que no me permite apoderarme de mi identidad dada por Dios.
- Falta de propósito y metas = No se hacia donde voy en mi rol.
- Aceptar ideas como:
- Los niños pueden decidir todo solos.
- Los Padres no saben, los especialistas saben.
- Tengo derecho a ser feliz y mi hijo también. Me siento feliz cuando estoy cómodo y distraído
- No me gusta que me digan que hacer.
- Baja autoestima
- Baja auto confianza
- Pobre autoconcepto
- Descontrol emocional
- Miedo y ansiedad
- Vergüenza
Estos sentimientos responden al temor y a la inseguridad. La voluntad de Dios es que podamos pensar y conducirnos según la identidad que nos ha dado (2 Cor .5:17). Somos amados por Dios y esto nos hace aceptos ante Él por Cristo. Esta verdad nos imparte confianza de hacer lo que Dios nos comisiona, nos apodera de nuestra identidad y nuestro rol como padres.
Dios le confiere Autoridad a los padres para ejercerla.
Genesis:18:19 Dios dice a Abraham:
"Yo lo he elegido para que instruya a sus hijos y a su familia, a fin de que se mantengan en el camino del Señor y pongan en práctica lo que es justo y recto. Así el Señor crcer el llamado de instruccióumplirá lo que le ha prometido."
El Señor nos elige para instruir a nuestros hijos y familia, la obediencia nos garantiza el cumplimiento de la promesa de Dios. Si deseas bendición y cumplimiento hay que ejercer el llamado a instruir y ha pastorear a nuestros hijos por el camino justo y recto de Dios.
Nuestra Autoridad es legitima porque proviene de Dios, esto la convierte en una misión sagrada. Estamos obligados a ejercer la Autoridad en un acto de obediencia y amor a Dios y a nuestros hijos. Proverbios 3:12 dice:
"Pues el Señor corrige a los que ama tal como un padre corrige al hijo que es su deleite." (NVI)
Ejercer la autoridad y guiarlos por el camino correcto, es reflejo de nuestro amor a ellos y a Dios.
La autoridad implica una jerarquía para educar con amor para formar carácter. No debemos confundir autoridad a pisotear y abusar.
Arrastrarnos por la ira es precisamente dar la espalda a la autoridad conferida.
Bien nos aconseja la palabra en el libro de los Efesios, Ustedes, los padres no exasperen a sus hijos, sino edúquenlos en la disciplina y la instrucción del Señor.
El Padre se sitúa como maestro y pastor para guiar y enseñar. Su autoridad es dada por Dios y se somete a el. Aquí aflora nuestra humildad para reconocer nuestras faltas No tenemos que ser perfectos, vamos a fallar. Pero es Dios quien nos da fortaleza y sabiduría para realizar la tarea, el nos promete la victoria.
Ilustración: Bea Leonard, Darrell Wiskur y Beth Wilson / Libro: Camino a la Escuela
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