Las Familias Insólitas, creen y viven la disciplina
Por: Damaris Pérez
La disciplina y la corrección son parte de la dirección que Dios promueve en la Familia. Los Padres, a su vez, son llamados a vivir y ejercer la misma en sus propias vidas.
La palabra disciplina se deriva de discipulus en el sentido del orden necesario para aprender. La palabra discípulo proviene del latín discipulus y este término de discere o (disco) lo cual significa aprender (aquel que aprende o que se deja enseñar). En un sentido más amplio es un proceso de capacitar o entrenar para la vida. Disciplinar es cada una de las acciones que un padre aplica para proveer a sus hijos las habilidades, destrezas, herramientas y carácter para que lleve una vida que glorifique a Dios, Su Creador, en todas las cosas.
Un buen padre desea que su hijo sea obediente. Quiere que siempre diga la verdad y que sea honrado. Quiere que sea diligente, que sea cortés y considerado con los demás. Un buen padre educa e instruye a sus hijos hasta que estos alcanzan la madurez, día tras día, en fidelidad y amor.
Es necesario disciplinar porque…
… es una encomienda
Proverbios 29:17, Hebreos 12:5-7
… nacemos con naturaleza de pecado
Salmos 51:5, Génesis 6:5
… es necesario
Proverbios 22:15
… es una señal de amor
Proverbios 3:11-12, Apocalipsis 3:19
Esta es la disciplina que como padres debemos procurar dar a nuestros hijos y aun aplicar a nuestras propias vidas, a través de nuestra relación con Dios.
La palabra de Dios nos sirve de guía en la tarea de la crianza y en como ejercer disciplina. Al meditar en la palabra podemos discernir si nos equivocamos al intentar disciplinar y de igual forma podemos encontrar la manera correcta para que dicha disciplina sea productiva.
Se debe disciplinar…
…con amor
Proverbios 13:24, 1 Corintios 16:14
… mientras más tiernos mejor
Proverbios 19:18
… con instrucción
Proverbios 22:6, Proverbios 29:15, Efesios 6:4
… considerando las edades (niños, adolescentes, jóvenes)
Para nosotros como padres es una gran responsabilidad que no debemos tomar livianamente. Ese proceso marcara para bien o para mal la vida de nuestros hijos. Equivocarnos, claro que sucederá, disculparnos con ellos, muy necesario y por hacerlo no dejamos de ser la autoridad que Dios estableció sobre la familia y sobre los hijos. El asunto está en ser diligentes y procurar el consejo de Dios para cada situación en la que tengamos que ejercer disciplina. No olvidando lo que dice en Colosenses 3:21, “Padres, no exasperéis a vuestros hijos, para que no se desalienten.” Es un error que solemos cometer y por eso Dios se encargó de dejarlo grabado en su palabra.
Disciplinar es una labor ardua, puede parecer en ocasiones inalcanzable, realmente puede serlo si pensamos que solo depende de lo que podamos humanamente hacer. Por esta razón, tengamos siempre presente que dependemos de Dios y de alinearnos a su palabra. Como padres nos gustaría establecer disciplina o corregir y que esto traiga resultados inmediatos y permanentes, pero no siempre resulta de este modo. En ocasiones el fruto aparece de forma temprana, pero en otras demorara un poco más de tiempo. La formación y la adquisición de disciplina es un proceso que debe traer consigo un cambio en el modo de pensar y actuar, ya que se establece la verdad y se desbarata la mentira y lo inapropiado, confronta con las consecuencias y cuando se enfrentan si no resultan satisfactorias, llevan a dar un giro y tomar decisiones adecuadas.
Resulta igualmente necesario educar a los hijos de la importancia de que como padres asumamos nuestra responsabilidad de formación sobre ellos. Además de las razones por las cuales nos fue encomendada dicha tarea por Dios y que resultados pretende que alcancemos.
Entre las porciones de las escrituras que podemos compartir con nuestros hijos con este propósito están:
Proverbios 19:20
“Escucha el consejo, y recibe la corrección, para que seas sabio en tu vejez.”
2 Timoteo 3:14-15
“Pero persiste tú en lo que has aprendido y te persuadiste, sabiendo de quién has aprendido;
y que desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús.”
La disciplina familiar depende de Dios, quién la delego, de quien ejerce la función de disciplinar o entrenar y de quien recibe dicha enseñanza de forma receptiva y la acata. Dios tiene clara su parte y espera que los padres asuman su responsabilidad y les enseñen a crecer y vivir a sus hijos, teniendo la convicción de que es la formación del carácter, y la vida misma, la que manifiesta el Reino de los cielos a través de cada uno y del diseño de la familia.
Si entendemos el diseño y seguimos las instrucciones de Dios para nuestras vidas y la de nuestras familias, los resultados serán los esperados.
… hijos sabios
Proverbios 19:20, Proverbios 29:15
… de corazón limpio
Proverbios 20:30, Mateo 5:8
… se alejen de la necedad
Proverbios 22:15
… para librar su alma
Proverbios 15:32, Proverbios 23:13-14
Los ciudadanos que Puerto Rico y el Mundo necesitan para esta hora, fueron entregados por Dios en nuestras manos, asumamos con gratitud y valentía el privilegio y responsabilidad de formar vidas que hagan la diferencia y dejen legado.
…traigan paz y alegría a los Padres
Proverbios 10:1, Proverbios 23:24-25, Proverbios 29:17
… aporten a la familia, la sociedad, el país, etc.
Proverbios 11:10-11, Proverbios 22:1, 11, 29
“Es verdad que ninguna disciplina al presente parece ser causa de gozo,
sino de tristeza; pero después da fruto apacible de justicia
a los que en ella han sido ejercitados.”
Hebreos 12:11
La disciplina y la corrección son parte de la dirección que Dios promueve en la Familia. Los Padres, a su vez, son llamados a vivir y ejercer la misma en sus propias vidas.
La palabra disciplina se deriva de discipulus en el sentido del orden necesario para aprender. La palabra discípulo proviene del latín discipulus y este término de discere o (disco) lo cual significa aprender (aquel que aprende o que se deja enseñar). En un sentido más amplio es un proceso de capacitar o entrenar para la vida. Disciplinar es cada una de las acciones que un padre aplica para proveer a sus hijos las habilidades, destrezas, herramientas y carácter para que lleve una vida que glorifique a Dios, Su Creador, en todas las cosas.
Un buen padre desea que su hijo sea obediente. Quiere que siempre diga la verdad y que sea honrado. Quiere que sea diligente, que sea cortés y considerado con los demás. Un buen padre educa e instruye a sus hijos hasta que estos alcanzan la madurez, día tras día, en fidelidad y amor.
Es necesario disciplinar porque…
… es una encomienda
Proverbios 29:17, Hebreos 12:5-7
… nacemos con naturaleza de pecado
Salmos 51:5, Génesis 6:5
… es necesario
Proverbios 22:15
… es una señal de amor
Proverbios 3:11-12, Apocalipsis 3:19
Esta es la disciplina que como padres debemos procurar dar a nuestros hijos y aun aplicar a nuestras propias vidas, a través de nuestra relación con Dios.
La palabra de Dios nos sirve de guía en la tarea de la crianza y en como ejercer disciplina. Al meditar en la palabra podemos discernir si nos equivocamos al intentar disciplinar y de igual forma podemos encontrar la manera correcta para que dicha disciplina sea productiva.
Se debe disciplinar…
…con amor
Proverbios 13:24, 1 Corintios 16:14
… mientras más tiernos mejor
Proverbios 19:18
… con instrucción
Proverbios 22:6, Proverbios 29:15, Efesios 6:4
… considerando las edades (niños, adolescentes, jóvenes)
Para nosotros como padres es una gran responsabilidad que no debemos tomar livianamente. Ese proceso marcara para bien o para mal la vida de nuestros hijos. Equivocarnos, claro que sucederá, disculparnos con ellos, muy necesario y por hacerlo no dejamos de ser la autoridad que Dios estableció sobre la familia y sobre los hijos. El asunto está en ser diligentes y procurar el consejo de Dios para cada situación en la que tengamos que ejercer disciplina. No olvidando lo que dice en Colosenses 3:21, “Padres, no exasperéis a vuestros hijos, para que no se desalienten.” Es un error que solemos cometer y por eso Dios se encargó de dejarlo grabado en su palabra.
Disciplinar es una labor ardua, puede parecer en ocasiones inalcanzable, realmente puede serlo si pensamos que solo depende de lo que podamos humanamente hacer. Por esta razón, tengamos siempre presente que dependemos de Dios y de alinearnos a su palabra. Como padres nos gustaría establecer disciplina o corregir y que esto traiga resultados inmediatos y permanentes, pero no siempre resulta de este modo. En ocasiones el fruto aparece de forma temprana, pero en otras demorara un poco más de tiempo. La formación y la adquisición de disciplina es un proceso que debe traer consigo un cambio en el modo de pensar y actuar, ya que se establece la verdad y se desbarata la mentira y lo inapropiado, confronta con las consecuencias y cuando se enfrentan si no resultan satisfactorias, llevan a dar un giro y tomar decisiones adecuadas.
Resulta igualmente necesario educar a los hijos de la importancia de que como padres asumamos nuestra responsabilidad de formación sobre ellos. Además de las razones por las cuales nos fue encomendada dicha tarea por Dios y que resultados pretende que alcancemos.
Entre las porciones de las escrituras que podemos compartir con nuestros hijos con este propósito están:
Proverbios 19:20
“Escucha el consejo, y recibe la corrección, para que seas sabio en tu vejez.”
2 Timoteo 3:14-15
“Pero persiste tú en lo que has aprendido y te persuadiste, sabiendo de quién has aprendido;
y que desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús.”
La disciplina familiar depende de Dios, quién la delego, de quien ejerce la función de disciplinar o entrenar y de quien recibe dicha enseñanza de forma receptiva y la acata. Dios tiene clara su parte y espera que los padres asuman su responsabilidad y les enseñen a crecer y vivir a sus hijos, teniendo la convicción de que es la formación del carácter, y la vida misma, la que manifiesta el Reino de los cielos a través de cada uno y del diseño de la familia.
Si entendemos el diseño y seguimos las instrucciones de Dios para nuestras vidas y la de nuestras familias, los resultados serán los esperados.
… hijos sabios
Proverbios 19:20, Proverbios 29:15
… de corazón limpio
Proverbios 20:30, Mateo 5:8
… se alejen de la necedad
Proverbios 22:15
… para librar su alma
Proverbios 15:32, Proverbios 23:13-14
Los ciudadanos que Puerto Rico y el Mundo necesitan para esta hora, fueron entregados por Dios en nuestras manos, asumamos con gratitud y valentía el privilegio y responsabilidad de formar vidas que hagan la diferencia y dejen legado.
…traigan paz y alegría a los Padres
Proverbios 10:1, Proverbios 23:24-25, Proverbios 29:17
… aporten a la familia, la sociedad, el país, etc.
Proverbios 11:10-11, Proverbios 22:1, 11, 29
“Es verdad que ninguna disciplina al presente parece ser causa de gozo,
sino de tristeza; pero después da fruto apacible de justicia
a los que en ella han sido ejercitados.”
Hebreos 12:11