Hoy les invito a hacer una lectura consiente que le permita analizar profundamente la realidad de nuestra época. Este artículo es un caja que incluye herramientas, plano de construcción y el adiestramiento para su uso. Esta no es una lectura liviana a orillas de la playa, este es un proyecto de vida en el cual tendremos que martillarnos los dedos, aceptar dirección y te aseguro que sudaremos juntos.
Es sorprendente la ambigüedad con la que actualmente se ilustra la visión de un padre. La opinión general idealiza a la figura paterna como:
• Buen proveedor con méritos profesionales.
• Figuras autoritarias y permisivas.
• Figura ausente debido al abandono, maltrato, encarcelamiento o muerte.
Muy pocos saben definir concretamente el carácter de sus padres o que tipo de influencia han tenido ellos en sus vidas. Los titulares en los medios y redes sociales en ocasiones resaltan las imperfecciones, dejándonos con poca credibilidad en relación a la figura paterna. Como consecuencia, la figura del padre ha perdido su autoridad frente a la sociedad contemporánea, mermando la confianza que como ente de influencia debería evocar para las nuevas generaciones.
Un estudio dirigido a evaluar el contexto familiar en Puerto Rico señala que entre el 50% y el 75% de los adolescentes entrevistados perciben:
• Disfunción significativa en su sistema familiar.
• Inestabilidad afectiva (rechazo).
• Interacción familiar hostil.
• Carencia de Identidad.
• Sentimiento de desesperanza, desesperación y síntomas depresivos.
Esto ha dejado un vacío profundo, en el cual muchas vidas se echan a perder o se apagan. En un intercambio de ideas sobre esta investigación, Lisangela Morales, estudiante de psicología a nivel graduado me comentó: “Algunos de estos jóvenes logran superarse de forma independiente, pero otros enfrentan dificultades en tener un pleno desarrollo. Dentro de todo este escenario, debemos reconocer a los buenos padres, tutores y hogares sustitutos que aportan positivamente a su formación y progreso. Gracias a su esfuerzo, en muchos casos se ha roto el ciclo de desamparo, lo cual ha restaurado estas vidas.
El artículo La Salud Mental De Puerto Rico concluye: “A todos nos queda claro que la salud emocional de una sociedad es fundamental para el crecimiento y estabilidad de la misma y del país. Debemos comenzar a trabajar un enfoque preventivo, promocionando ambientes sociales donde los aspectos como la autoestima y las relaciones interpersonales sean reforzados, dando énfasis a la formación en el núcleo familiar y manteniendo un ambiente de convivencia sana" (Cruzado, C.O.).
Cualquiera que ejerza la tutela de un niño o joven hoy, debe asumir la responsabilidad de la restauración de la imagen paterna, así como se reconstruye una casa vieja o abandonada. El fortalecimiento del núcleo familiar es un tema que nos alude directamente a todos. Este es el tiempo de levantarnos para enmendar los desaciertos. Debemos pararnos firmes en este terreno y ocuparnos hasta el último aliento por sanar a todos esos que han quedados desprovisto de la imagen adecuada de un padre. A continuación compartiré tres principios indispensables para formar en nosotros el carácter paterno, y ser dignos de ser llamados papá. Estas claves levantaran nuestras vidas, las harán relevantes y podrán convertirse en las guías para mejorar nuestras relaciones paterno filiares.
Principio 1: Respeto
Todo inicia aquí, esta es la elaboración del cimiento y tendremos que excavar profundo para que aguante todo el peso de la estructura. El cariño no se limita a la ternura; también se define como apego, aprecio y armonía. Es la tarea diaria de fomentar un ambiente de estabilidad afectiva. Siendo determinante las interacciones que estimulen la aceptación incondicional. La administración de todos estos factores es los que establece el respeto. Dios Padre es el primero en darnos un modelaje claro en cuanto a respeto hacia sus hijos se refiere. Compartiré algunos ejemplos:
• El Padre Celestial no tenía secretos con Abraham y le permitía expresar su opinión sobre decisiones importantes (Génesis 18).
• Jacob sostuvo un acalorado debate con Dios y aun así llegaron a un acuerdo (Génesis 32:24-29).
• Jesús creó una relación tan cercana a Pedro, que dialogaban abiertamente sobre sus planes, aún cuando no estaban en acuerdo (Mateo 16:22).
Todos estos hombres mostraron tener respeto ante las diferencias de criterio, nosotros debemos aspirar a lo mismo. Sus historias están llenas de procesos para llegar a un nivel de amor incondicional y de apertura en sus relaciones. Gracias a que tuvieron el valor de cambiar, sus nombres quedaron plasmados como referencias de carácter y figuras a imitar. Lo que experimentaron les permitió ser padres con influencia sobre sus hijos y les otorgó la autoridad sobre las futuras generaciones. Ante sus cambios de actitud, pesaron más sus buenos atributos que sus deficiencias. El ejemplo de Dios Padre, como modelo de aceptación y amor, les permitió adquirir la capacidad para el buen manejo y solución de los conflictos que surgieron en sus vidas de familia.
Tiene que haber un alto y un inicio para cada hombre, donde decida asumir la responsabilidad que conlleva ejercer un rol de tanta envergadura como el de ser padre. La recomendación es que recorramos este viaje adquiriendo amor y paciencia, no podemos intimidarnos ante los momentos donde se nos exija un alto grado de compromiso, pues la demanda es a dar lo mejor de nosotros para que la vida de nuestros hijos sea productiva y sus pasos prosperen.
A cada padre o encargado, entiendan que es nuestra la responsabilidad de escuchar a los hijos e hijas. Demostramos respeto al comprenderlos, al dedicarnos a nuestros hogares y haciendo equipo con nuestros hijos. Así obtendrán lo mejor de ellos y encontrarán juntos todo el potencial para transformar su realidad y a nuestra sociedad.
Principio 2: Existir
Ha visto usted en un proyecto de construcción o en su trabajo, empleados que no hace nada y sólo miran como los demás trabajan. El acto de observar no es suficiente, pero ser activos en el desarrollo de nuestros hijos nos permite existir en sus vidas y en su desarrollo.
En Josué 1:5 (TLA) dice: Nadie podrá derrotarte jamás, porque yo te ayudaré, así como ayudé a Moisés. Nunca te fallaré ni te abandonaré.
Dios inicia el diálogo declarando una simple realidad; la persona que se considera abandonada por su creador o progenitor es vulnerable a ceder su alma a conductas e influencias inadecuadas, lo cual aumenta las posibilidades de fracasar. Es por eso que el mismo Dios, en su cualidad de Padre, enfatiza que no arruinará el vínculo con el desamparo (también ver Salmos 27:10). Pero la mayor relevancia se encuentra en su compromiso de integración, al prometer que se involucrará activamente en todo lo que enfrentemos. Nuestra presencia no debe ser distante aún cuando nuestro ánimo varíe. No necesitamos lazos de sangre (ADN), pero si enlaces de vivencias adecuadas, pues esos son los que nos dan permanencia. Que no nos limiten las distancias o las circunstancias para existir como padres en la vida de nuestros hijos e hijas que tanto nos necesitan.
Principio 3: Guía
El desarrollador de una vivienda, necesita de un arquitecto o ingeniero para interpretar los planos. Sin esa guía, existe una alta probabilidad de edificar una estructura inestable. Lo mismo sucede entre padres e hijos. Ni por un instante dude usted, que existen diferencias de criterio que llevan nuestros hijos a contradecir las normas que les impartimos. Pero cuando la guía que le damos les ayuda a alcanzar sus metas; reconocerán el significado de ser instruidos y obtendremos su gratitud. Y es que para muchos seguir instrucciones no es un a hábito fácil de sobrellevar, máximo si se tiene una pequeña idea de cómo se hacen las cosas (también ver Hebreos 12:11).
En Josué 1:7 (NVI) Dios expresa: Sólo te pido que tengas mucho valor y firmeza para obedecer toda la ley que mi siervo Moisés te mandó. No te apartes de ella para nada; sólo así tendrás éxito dondequiera que vayas.
La responsabilidad más grande que un padre o cuidador tiene, es el compromiso de ofrecerle a los que están bajo su tutela las herramientas necesarias para su desarrollo, pero también para su afirmación como individuos. Los padres debemos convertirnos en guías o mentores que comparten sus experiencias de cómo afrontar los retos. Ofrecer dirección es una gran oportunidad de compenetrarse y alcanzar la confianza en la relación. Nuestras historias de superación se pueden convertir en fuente de inspiración para todos esos niños que esperamos ver crecer y también para los que ya han crecido, incluyendo a los que se han independizado.
En el verso anterior, Dios mismo se convierte en un padre motivador, que nos pide a nosotros sus hijos que nos enfoquemos en practicar la obediencia. Así tendremos la posibilidad de ser orientados. El seguir las instrucciones no nos exime de cometer errores, pero los minimiza y nos facilita enfrentar los retos. Nuestros hijos tienen la capacidad de llegar tan lejos como así lo decidan. Ellos no querrán escuchar, pero tenemos que ser constantes. Debemos enfatizar que, sólo al establecer e interpretar las instrucciones claramente, el éxito estará garantizado. Conformarse no es una opción; el próximo paso es evolucionar como guías honorables y de excelencia (ver también Lucas 6:40).
Conclusión
En sus libros, “Cómo Criar a las Hijas” y “Como Criar a los Varones”, el Doctor James Dobson, autoridad en consejería familiar, provee varios estudios dirigidos a la importancia de la figura paterna. Entre los factores más significativos se encontró que un padre, para bien o para mal, influencia directamente el sentido de identidad, tiene impacto sobre la autoestima y el auto concepto de los hijos e hijas. Los datos exponen que la relación del padre con sus hijos e hijas tiene efecto directo en el desarrollo de condiciones físicas, mentales y la prevalencia de conductas en sus relaciones interpersonales en la edad adulta (Ver también la tesis de James Rue, Ph.D., y Louise Shanahan – Dady’s Girl, Mama’s Boy)
No cabe duda que la figura del padre es relevante, ya sea este un padre biológico, de crianza, por adopción o sustituto. Padres, un individuo no sólo tiene sus genes; puede aprender cualquiera que sea su forma de pensar, comportarse, sus valores, creencias, fortalezas, debilidades, esperanzas, sueños, prejuicios, inteligencia, errores, fracasos, éxitos, alegrías y dolores (James C. Dobson, Ph.D.). Transformarnos en buenos padres cambiará al mundo. Hay casos donde la integridad del menor se puede ver comprometida y bajo ningún concepto puede haber contacto. Busque ayuda, oriéntese con su asesor legal, no se avergüence de consultar a un profesional de la salud mental. Inscríbase en talleres, lea libros, evalúe sus opciones. Esta es la decisión mas importante de su vida, determine comprender su situación. Tal vez no pueda olvidar, pero le ayudará a despojarse de la culpa y recibir perdón.
Este escrito a tenido la intensión de ser objetivo a cualquiera que se a su realidad. Sobre todo resaltar la imagen de Dios como un padre siempre presente. El Salmo Salmos 27:10 (TLA) dice: Mis padres podrán abandonarme, pero tú me adoptarás como hijo.
Es probable que usted no sepa como ser padre por qué no tuvo un buen ejemplo. En este artículo he intentado mostrarle que Dios en su rol de padre no nos abandona. Sus palabras nos enseñan las destrezas que necesitamos adquirir para parecernos a Él. Aunque cometamos errores, es posible ser un papá exitoso si lo enmendamos aplicando continuamente el respeto, existiendo y guiando. Hay personas que se refugian en el dolor, pero eso puede cambiar.
Una de las experiencia más gratas que conservo, es escuchar a mi hijo e hija escondiéndose para que los busque. Cuando los encuentro se forma una algarabía llena de risas porque los hallé. Supere el orgullo, el miedo y la culpa. Salga a buscar a sus hijos, aunque no lo parezca o lo sepan aún, ellos ruegan por ser encontrados. Ustedes merecen reír juntos.
Si desea enviar sus comentarios sobre este artículo, puede hacerlo a: joseefrainpr@gmail.com
Agradecimiento
Areli Rodríguez, su discurso como maestra de la clase graduanda me inspiró
Referencias
Sáez, E., Roselló, J. (2005).Contexto Familiar, Síntomas, Depresivos y Trastornos de Conducta en un Grupo de Adolescentes Puertorriqueños/as. Asociación de Psicología de Puerto Rico. Revista Puertorriqueña de Psicología Vol. 16. [SuplementoElectrónico]. Recuperado de: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=233229110001
Cruzado, C.O. (2011). La Salud mental de Puerto Rico.[internet] Recuperado de: https://corivera.wordpress.com/2011/10/30/la-salud-mental-de-puerto-rico/
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Es sorprendente la ambigüedad con la que actualmente se ilustra la visión de un padre. La opinión general idealiza a la figura paterna como:
• Buen proveedor con méritos profesionales.
• Figuras autoritarias y permisivas.
• Figura ausente debido al abandono, maltrato, encarcelamiento o muerte.
Muy pocos saben definir concretamente el carácter de sus padres o que tipo de influencia han tenido ellos en sus vidas. Los titulares en los medios y redes sociales en ocasiones resaltan las imperfecciones, dejándonos con poca credibilidad en relación a la figura paterna. Como consecuencia, la figura del padre ha perdido su autoridad frente a la sociedad contemporánea, mermando la confianza que como ente de influencia debería evocar para las nuevas generaciones.
Un estudio dirigido a evaluar el contexto familiar en Puerto Rico señala que entre el 50% y el 75% de los adolescentes entrevistados perciben:
• Disfunción significativa en su sistema familiar.
• Inestabilidad afectiva (rechazo).
• Interacción familiar hostil.
• Carencia de Identidad.
• Sentimiento de desesperanza, desesperación y síntomas depresivos.
Esto ha dejado un vacío profundo, en el cual muchas vidas se echan a perder o se apagan. En un intercambio de ideas sobre esta investigación, Lisangela Morales, estudiante de psicología a nivel graduado me comentó: “Algunos de estos jóvenes logran superarse de forma independiente, pero otros enfrentan dificultades en tener un pleno desarrollo. Dentro de todo este escenario, debemos reconocer a los buenos padres, tutores y hogares sustitutos que aportan positivamente a su formación y progreso. Gracias a su esfuerzo, en muchos casos se ha roto el ciclo de desamparo, lo cual ha restaurado estas vidas.
El artículo La Salud Mental De Puerto Rico concluye: “A todos nos queda claro que la salud emocional de una sociedad es fundamental para el crecimiento y estabilidad de la misma y del país. Debemos comenzar a trabajar un enfoque preventivo, promocionando ambientes sociales donde los aspectos como la autoestima y las relaciones interpersonales sean reforzados, dando énfasis a la formación en el núcleo familiar y manteniendo un ambiente de convivencia sana" (Cruzado, C.O.).
Cualquiera que ejerza la tutela de un niño o joven hoy, debe asumir la responsabilidad de la restauración de la imagen paterna, así como se reconstruye una casa vieja o abandonada. El fortalecimiento del núcleo familiar es un tema que nos alude directamente a todos. Este es el tiempo de levantarnos para enmendar los desaciertos. Debemos pararnos firmes en este terreno y ocuparnos hasta el último aliento por sanar a todos esos que han quedados desprovisto de la imagen adecuada de un padre. A continuación compartiré tres principios indispensables para formar en nosotros el carácter paterno, y ser dignos de ser llamados papá. Estas claves levantaran nuestras vidas, las harán relevantes y podrán convertirse en las guías para mejorar nuestras relaciones paterno filiares.
Principio 1: Respeto
Todo inicia aquí, esta es la elaboración del cimiento y tendremos que excavar profundo para que aguante todo el peso de la estructura. El cariño no se limita a la ternura; también se define como apego, aprecio y armonía. Es la tarea diaria de fomentar un ambiente de estabilidad afectiva. Siendo determinante las interacciones que estimulen la aceptación incondicional. La administración de todos estos factores es los que establece el respeto. Dios Padre es el primero en darnos un modelaje claro en cuanto a respeto hacia sus hijos se refiere. Compartiré algunos ejemplos:
• El Padre Celestial no tenía secretos con Abraham y le permitía expresar su opinión sobre decisiones importantes (Génesis 18).
• Jacob sostuvo un acalorado debate con Dios y aun así llegaron a un acuerdo (Génesis 32:24-29).
• Jesús creó una relación tan cercana a Pedro, que dialogaban abiertamente sobre sus planes, aún cuando no estaban en acuerdo (Mateo 16:22).
Todos estos hombres mostraron tener respeto ante las diferencias de criterio, nosotros debemos aspirar a lo mismo. Sus historias están llenas de procesos para llegar a un nivel de amor incondicional y de apertura en sus relaciones. Gracias a que tuvieron el valor de cambiar, sus nombres quedaron plasmados como referencias de carácter y figuras a imitar. Lo que experimentaron les permitió ser padres con influencia sobre sus hijos y les otorgó la autoridad sobre las futuras generaciones. Ante sus cambios de actitud, pesaron más sus buenos atributos que sus deficiencias. El ejemplo de Dios Padre, como modelo de aceptación y amor, les permitió adquirir la capacidad para el buen manejo y solución de los conflictos que surgieron en sus vidas de familia.
Tiene que haber un alto y un inicio para cada hombre, donde decida asumir la responsabilidad que conlleva ejercer un rol de tanta envergadura como el de ser padre. La recomendación es que recorramos este viaje adquiriendo amor y paciencia, no podemos intimidarnos ante los momentos donde se nos exija un alto grado de compromiso, pues la demanda es a dar lo mejor de nosotros para que la vida de nuestros hijos sea productiva y sus pasos prosperen.
A cada padre o encargado, entiendan que es nuestra la responsabilidad de escuchar a los hijos e hijas. Demostramos respeto al comprenderlos, al dedicarnos a nuestros hogares y haciendo equipo con nuestros hijos. Así obtendrán lo mejor de ellos y encontrarán juntos todo el potencial para transformar su realidad y a nuestra sociedad.
Principio 2: Existir
Ha visto usted en un proyecto de construcción o en su trabajo, empleados que no hace nada y sólo miran como los demás trabajan. El acto de observar no es suficiente, pero ser activos en el desarrollo de nuestros hijos nos permite existir en sus vidas y en su desarrollo.
En Josué 1:5 (TLA) dice: Nadie podrá derrotarte jamás, porque yo te ayudaré, así como ayudé a Moisés. Nunca te fallaré ni te abandonaré.
Dios inicia el diálogo declarando una simple realidad; la persona que se considera abandonada por su creador o progenitor es vulnerable a ceder su alma a conductas e influencias inadecuadas, lo cual aumenta las posibilidades de fracasar. Es por eso que el mismo Dios, en su cualidad de Padre, enfatiza que no arruinará el vínculo con el desamparo (también ver Salmos 27:10). Pero la mayor relevancia se encuentra en su compromiso de integración, al prometer que se involucrará activamente en todo lo que enfrentemos. Nuestra presencia no debe ser distante aún cuando nuestro ánimo varíe. No necesitamos lazos de sangre (ADN), pero si enlaces de vivencias adecuadas, pues esos son los que nos dan permanencia. Que no nos limiten las distancias o las circunstancias para existir como padres en la vida de nuestros hijos e hijas que tanto nos necesitan.
Principio 3: Guía
El desarrollador de una vivienda, necesita de un arquitecto o ingeniero para interpretar los planos. Sin esa guía, existe una alta probabilidad de edificar una estructura inestable. Lo mismo sucede entre padres e hijos. Ni por un instante dude usted, que existen diferencias de criterio que llevan nuestros hijos a contradecir las normas que les impartimos. Pero cuando la guía que le damos les ayuda a alcanzar sus metas; reconocerán el significado de ser instruidos y obtendremos su gratitud. Y es que para muchos seguir instrucciones no es un a hábito fácil de sobrellevar, máximo si se tiene una pequeña idea de cómo se hacen las cosas (también ver Hebreos 12:11).
En Josué 1:7 (NVI) Dios expresa: Sólo te pido que tengas mucho valor y firmeza para obedecer toda la ley que mi siervo Moisés te mandó. No te apartes de ella para nada; sólo así tendrás éxito dondequiera que vayas.
La responsabilidad más grande que un padre o cuidador tiene, es el compromiso de ofrecerle a los que están bajo su tutela las herramientas necesarias para su desarrollo, pero también para su afirmación como individuos. Los padres debemos convertirnos en guías o mentores que comparten sus experiencias de cómo afrontar los retos. Ofrecer dirección es una gran oportunidad de compenetrarse y alcanzar la confianza en la relación. Nuestras historias de superación se pueden convertir en fuente de inspiración para todos esos niños que esperamos ver crecer y también para los que ya han crecido, incluyendo a los que se han independizado.
En el verso anterior, Dios mismo se convierte en un padre motivador, que nos pide a nosotros sus hijos que nos enfoquemos en practicar la obediencia. Así tendremos la posibilidad de ser orientados. El seguir las instrucciones no nos exime de cometer errores, pero los minimiza y nos facilita enfrentar los retos. Nuestros hijos tienen la capacidad de llegar tan lejos como así lo decidan. Ellos no querrán escuchar, pero tenemos que ser constantes. Debemos enfatizar que, sólo al establecer e interpretar las instrucciones claramente, el éxito estará garantizado. Conformarse no es una opción; el próximo paso es evolucionar como guías honorables y de excelencia (ver también Lucas 6:40).
Conclusión
En sus libros, “Cómo Criar a las Hijas” y “Como Criar a los Varones”, el Doctor James Dobson, autoridad en consejería familiar, provee varios estudios dirigidos a la importancia de la figura paterna. Entre los factores más significativos se encontró que un padre, para bien o para mal, influencia directamente el sentido de identidad, tiene impacto sobre la autoestima y el auto concepto de los hijos e hijas. Los datos exponen que la relación del padre con sus hijos e hijas tiene efecto directo en el desarrollo de condiciones físicas, mentales y la prevalencia de conductas en sus relaciones interpersonales en la edad adulta (Ver también la tesis de James Rue, Ph.D., y Louise Shanahan – Dady’s Girl, Mama’s Boy)
No cabe duda que la figura del padre es relevante, ya sea este un padre biológico, de crianza, por adopción o sustituto. Padres, un individuo no sólo tiene sus genes; puede aprender cualquiera que sea su forma de pensar, comportarse, sus valores, creencias, fortalezas, debilidades, esperanzas, sueños, prejuicios, inteligencia, errores, fracasos, éxitos, alegrías y dolores (James C. Dobson, Ph.D.). Transformarnos en buenos padres cambiará al mundo. Hay casos donde la integridad del menor se puede ver comprometida y bajo ningún concepto puede haber contacto. Busque ayuda, oriéntese con su asesor legal, no se avergüence de consultar a un profesional de la salud mental. Inscríbase en talleres, lea libros, evalúe sus opciones. Esta es la decisión mas importante de su vida, determine comprender su situación. Tal vez no pueda olvidar, pero le ayudará a despojarse de la culpa y recibir perdón.
Este escrito a tenido la intensión de ser objetivo a cualquiera que se a su realidad. Sobre todo resaltar la imagen de Dios como un padre siempre presente. El Salmo Salmos 27:10 (TLA) dice: Mis padres podrán abandonarme, pero tú me adoptarás como hijo.
Es probable que usted no sepa como ser padre por qué no tuvo un buen ejemplo. En este artículo he intentado mostrarle que Dios en su rol de padre no nos abandona. Sus palabras nos enseñan las destrezas que necesitamos adquirir para parecernos a Él. Aunque cometamos errores, es posible ser un papá exitoso si lo enmendamos aplicando continuamente el respeto, existiendo y guiando. Hay personas que se refugian en el dolor, pero eso puede cambiar.
Una de las experiencia más gratas que conservo, es escuchar a mi hijo e hija escondiéndose para que los busque. Cuando los encuentro se forma una algarabía llena de risas porque los hallé. Supere el orgullo, el miedo y la culpa. Salga a buscar a sus hijos, aunque no lo parezca o lo sepan aún, ellos ruegan por ser encontrados. Ustedes merecen reír juntos.
Si desea enviar sus comentarios sobre este artículo, puede hacerlo a: joseefrainpr@gmail.com
Agradecimiento
Areli Rodríguez, su discurso como maestra de la clase graduanda me inspiró
Referencias
Sáez, E., Roselló, J. (2005).Contexto Familiar, Síntomas, Depresivos y Trastornos de Conducta en un Grupo de Adolescentes Puertorriqueños/as. Asociación de Psicología de Puerto Rico. Revista Puertorriqueña de Psicología Vol. 16. [SuplementoElectrónico]. Recuperado de: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=233229110001
Cruzado, C.O. (2011). La Salud mental de Puerto Rico.[internet] Recuperado de: https://corivera.wordpress.com/2011/10/30/la-salud-mental-de-puerto-rico/
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