TODO CUANTO HIZO DIOS LO CONSIDERO
BUENO Y SU DISEÑO FUE PERFECTO.
por Damaris Perez
La familia diseño de vida
Bendición y riqueza para las Naciones de la Tierra
Todo cuanto hizo Dios lo consideró bueno y su diseño fue y es perfecto. Fue el pecado lo que provocó que se corrompiera dicha perfección. Lo que hoy la sociedad llama bueno o malo, en muchas ocasiones está muy distante de serlo. Escuchamos de la necesidad de atemperarse a los tiempos, pero se plantea la necesidad con el fin de conducir a la población a adoptar estilos de vida, formas de pensar, ideas y/o modas que marquen tendencias dentro de la historia de la humanidad. La ingeniería social en parte ha logrado su cometido, conduciendo a las personas a cambiar su propia perspectiva de su entorno, estableciendo paradigmas que determinan la forma en que piensan y viven.
Cada día resulta más apremiante que comprendamos y tomemos en serio quienes somos y para que se nos estableció en la Tierra. Aun cuando haya personas que no acepten o crean que fueron creación de Dios, siguen siendo un diseño suyo, somos su máxima creación. Para esta hora hemos llegado y en este momento de la historia nos corresponde colaborar en el plan eterno de Dios. Poseemos la autoridad delegada por Dios para proceder, debemos ser su representación al Mundo. Jesús fue enviado a la Tierra como hombre, como aquel que revolucionó los tiempos, marcando un antes y un después en la historia. Dejó claro que haríamos cosas mayores que las que Él hizo, solo es necesario conocer nuestra identidad y vivir conforme a ella.
Con la muerte de Jesús fue comprada, a precio de sangre, nuestra redención. Corresponde a cada cual aceptar ese regalo y vivir plenamente bajo el diseño, como fue dispuesto desde el principio. Es apremiante redescubrir nuestra esencia y comenzar a transformar, hacia el diseño original, cada área de nuestras vidas.
La palabra establece, a través de la promesa generacional dada por Dios a Abraham, que estamos diseñados para ser de bendición.
Génesis 12:3b
Todas las familias de la tierra serán bendecidas por medio de ti.
También nos dice como debemos mostrar a otros la forma de pensar y vivir de acuerdo con el diseño, para que esa bendición los alcance a ellos y a sus futuras generaciones.
Romanos 12:1-2
Por lo tanto, amados hermanos, les ruego que entreguen su cuerpo a Dios por todo lo que él ha hecho a favor de ustedes. Que sea un sacrificio vivo y santo, la clase de sacrificio que a él le agrada. Esa es la verdadera forma de adorarlo. No imiten las conductas ni las costumbres de este mundo, más bien dejen que Dios los transforme en personas nuevas al cambiarles la manera de pensar. Entonces aprenderán a conocer la voluntad de Dios para ustedes, la cual es buena, agradable y perfecta.
Dicha restauración solo es posible por el sacrificio de Jesús por cada uno de nosotros. A Dios le plació hacernos parte de su obra sobre la Tierra, somos sus embajadores, sus hijos y se aguarda por nuestra manifestación.
2 Corintios 5:19
Pues Dios estaba en Cristo reconciliando al mundo consigo mismo, no tomando más en cuenta el pecado de la gente. Y nos dio a nosotros este maravilloso mensaje de reconciliación.
La máxima creación de Dios fue el hombre y la mujer, con ellos contaba para la administración de todos los recursos que puso a su disposición para cubrir cada una de sus necesidades. Los hizo para completarse, ser compañeros, multiplicarse y llenar la Tierra. Fuimos dotados por Dios para reproducirnos con un fin, esa reproducción es la forma natural u orgánica de expandir el Reino de los Cielos. El ciclo de vida biológico es la fórmula que preserva la descendencia divina sobre la Tierra. La Palabra compara a los hijos con plantas de olivo, en la antigüedad poseer estas plantas era símbolo de riqueza. Una riqueza que tenía trascendencia generacional.
Salmos 128:3
Tu esposa será como una vid fructífera, floreciente en el hogar. Tus hijos serán como vigorosos retoños de olivo alrededor de tu mesa.
Cuando se conoce el valor que tiene algo se atesora, se invierte tiempo y toda clase de recursos, para hacer que su valor se incremente. Un padre se regocija en el fruto que ve en sus hijos, pero para ver ese fruto, antes debe sembrar y cuidar, arrancar malas hierbas, abonar, nutrir esa vida como la de una planta. De igual modo cuando no se tiene en estima algo, porque se desconoce su valor, se menosprecia, se relega o descuida, se ignora su existencia, se entierra. Es tiempo de que caigan vendas y mentiras de nuestras vidas para que lo que trascienda a nuestras generaciones sean los diseños originales de vida y no lo que algunas agendas planifican a tras puertas que las generaciones reproduzcan. Es tiempo de que intencionalmente evidenciemos con las buenas noticias, dejando un legado de transformación.
Aquellos que decimos ser creyentes debemos reevaluar lo que creemos o pensamos, aquello que recibe nuestra aceptación, partiendo de si está o no alineado al diseño de Dios. Debemos tener la valentía de romper estructuras e ideas aprendidas y que nos sea revelado lo que fue el pensamiento de Dios para nosotros. Teniendo presente que cualquiera de estos detalles que se quiera obviar, lleva a una desvalorización de la vida.
El diseño de expansión del Reino de Dios tiene como cimiento a la FAMILIA.
No es bueno que el hombre esté solo. Haré una ayuda ideal para él.
¡Esta es hueso de mis huesos y carne de mi carne!
Ella será llamada “mujer” porque fue tomada del hombre».
Luego Dios los bendijo con las siguientes palabras:
Sean fructíferos y multiplíquense. Llenen la tierra…
Sojuzgad, señoread, ejerced dominio, gobiernen sobre ella…
En cambio, vivimos en una sociedad donde…
Se promueve vivir desordenadamente, relaciones sin compromisos, sin pacto.
No hay diseño fuera del pacto que hace un hombre y una mujer al unirse en matrimonio ante Dios, si el fundamento no es correcto lo que se trata de edificar colapsa.
Se promueve que se debe pensar en una “realización personal” basada en logros personales (académicos, profesionales, económicos, ministeriales…).
Se relega o menosprecia la importancia a encontrar esa persona que te complementará y construirá un proyecto de vida junto a ti, donde ambos en lo individual y como matrimonio cumplan su propósito y modelen un estilo de vida bajo el diseño correcto.
Se promueve que el hombre y la mujer no tienen el mismo valor.
El machismo aprisionó el potencial que Dios puso en la mujer, mientras que el feminismo en su búsqueda por una supuesta igualdad quiso buscar ese valor sacrificando, la maternidad. Mas que sentirse libres, las mujeres son esclavas de una sociedad post moderna.
Se promueve que el hombre es responsable con su familia por el solo hecho de ser proveedor.
El matriarcado tampoco es un diseño de Dios, el hombre y la mujer deben edificar juntos. La orfandad paterna trae consecuencias en la formación y desarrollo de los hijos. Los hijos necesitan tiempo, la crianza requiere compromiso tanto de papá, como de mamá.
Se promueve que no todos tienen que anhelar ser padres, que basta con tener sobrinos, con los hijos de los primos o amistades y en el peor de los casos que una mascota ocupe ese lugar.
Existen parejas que aun deseando ser padres, por razones médicas no logran concebir, pero hoy día se presenta el tener hijos como algo opcional, no necesario y hasta limitante. Eso es lo que desean sembrar en las generaciones y es una idea que se vende como cualquier otro método de control de natalidad, un abortivo generacional. ¿Qué pasaría si cada uno de tus familiares, amigos y conocidos estuvieran convencidos de que no es necesario anhelar convertirse en padres y tomaran dicha decisión?
Son muchos los Herodes de este momento histórico postmodernista, siendo uno de estos la desvalorización de la vida. Algunos simplemente no desean procrear, mientras que otros dirigidos por el libertinaje, que confunde esta sociedad como libertad, han tomado la decisión de prescindir de la vida que crece en el vientre. Existe una orfandad sin precedentes, padres ausentes de la vida de sus hijos, aun viviendo bajo el mismo techo (incluyendo “cristianos”). Se cede derecho para destrucción al relegar el cuidado de las generaciones a terceros, personas con buena intención, pero que lamentablemente no son los llamados a formar esas vidas. A quienes, aunque ese niño o niña pueda agradecerle aportaciones en un futuro, jamás llenarán el espacio que papá y mamá debieron llenar, sean familiares, amigos, maestros y/o mentores.
Hoy se llama tiempo de calidad a la imagen publicada en las redes sociales para mostrar lo “feliz” que se es, imagen que no toma ni cinco segundos capturar, pero que no cambia la realidad que viven muchos, aun cuando otros decidan creerla. Se ha perdido el valor por lo verdaderamente importante, por lo que trasciende. Es a través de los hijos que nuestro legado continuará vivo y enriquecido generación a generación. No necesitas sentir que eres un padre perfecto, sino tomar la determinación de ser un padre comprometido con Dios en la crianza de tus hijos, que invierta tiempo y empeño en dicha labor.
Deuteronomio 6
¡Escucha, Israel! El Señor es nuestro Dios, solamente el Señor. Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con todas tus fuerzas. Debes comprometerte con todo tu ser a cumplir cada uno de estos mandatos que hoy te entrego. Repíteselos a tus hijos una y otra vez. Habla de ellos en tus conversaciones cuando estés en tu casa y cuando vayas por el camino, cuando te acuestes y cuando te levantes. Átalos a tus manos y llévalos sobre la frente como un recordatorio. Escríbelos en los marcos de la entrada de tu casa y sobre las puertas de la ciudad.
No debemos dudar que cada vida es de gran valor para Dios, al punto de que dio la vida de su Hijo a cambio de la nuestra. A Él le plació hacernos participes de su plan sobre la Tierra. Y aun nuestra humanidad es necesaria para que cumplamos nuestra parte, aunque la religiosidad pretenda omitir este detalle. Aun cuando somos seres espirituales llamados a vivir eternamente, nuestro paso por la Tierra requiere un cuerpo físico, temporal; con emociones, sentimientos, habilidades (dones o regalos de Dios), inteligencia y sabiduría para adquirir capacidades específicas. Todo lo que somos y hacemos puesto a su servicio, con una ejecución que manifieste excelencia, en adoración a Él.
Es en los diseños establecidos por Dios donde único podremos encontrar lo que tiene realmente valor. El pecado trajo muerte, pero la sangre de Jesús fue el precio pagado para salvación, que trajo vida a la humanidad. Vivamos según los diseños eternos porque solo así se escucharán las buenas nuevas de vida de forma efectiva. Solo así se restaurará el linaje de Dios. Lo mejor que podemos dejar a nuestros hijos no es una educación académica, una profesión, una herencia material, sino que conozcan, entiendan y vivan con su identidad clara y reproduzcan los diseños de Dios. Que atesoren el valor de la vida, que promuevan vida a través de todo cuanto hagan, generación tras generación.
Dios nos creó con potencial de multiplicación
para ser bendición y riqueza a las Naciones de la Tierra,
CONCIBE Y ALUMBRA.
Bendición y riqueza para las Naciones de la Tierra
Todo cuanto hizo Dios lo consideró bueno y su diseño fue y es perfecto. Fue el pecado lo que provocó que se corrompiera dicha perfección. Lo que hoy la sociedad llama bueno o malo, en muchas ocasiones está muy distante de serlo. Escuchamos de la necesidad de atemperarse a los tiempos, pero se plantea la necesidad con el fin de conducir a la población a adoptar estilos de vida, formas de pensar, ideas y/o modas que marquen tendencias dentro de la historia de la humanidad. La ingeniería social en parte ha logrado su cometido, conduciendo a las personas a cambiar su propia perspectiva de su entorno, estableciendo paradigmas que determinan la forma en que piensan y viven.
Cada día resulta más apremiante que comprendamos y tomemos en serio quienes somos y para que se nos estableció en la Tierra. Aun cuando haya personas que no acepten o crean que fueron creación de Dios, siguen siendo un diseño suyo, somos su máxima creación. Para esta hora hemos llegado y en este momento de la historia nos corresponde colaborar en el plan eterno de Dios. Poseemos la autoridad delegada por Dios para proceder, debemos ser su representación al Mundo. Jesús fue enviado a la Tierra como hombre, como aquel que revolucionó los tiempos, marcando un antes y un después en la historia. Dejó claro que haríamos cosas mayores que las que Él hizo, solo es necesario conocer nuestra identidad y vivir conforme a ella.
Con la muerte de Jesús fue comprada, a precio de sangre, nuestra redención. Corresponde a cada cual aceptar ese regalo y vivir plenamente bajo el diseño, como fue dispuesto desde el principio. Es apremiante redescubrir nuestra esencia y comenzar a transformar, hacia el diseño original, cada área de nuestras vidas.
La palabra establece, a través de la promesa generacional dada por Dios a Abraham, que estamos diseñados para ser de bendición.
Génesis 12:3b
Todas las familias de la tierra serán bendecidas por medio de ti.
También nos dice como debemos mostrar a otros la forma de pensar y vivir de acuerdo con el diseño, para que esa bendición los alcance a ellos y a sus futuras generaciones.
Romanos 12:1-2
Por lo tanto, amados hermanos, les ruego que entreguen su cuerpo a Dios por todo lo que él ha hecho a favor de ustedes. Que sea un sacrificio vivo y santo, la clase de sacrificio que a él le agrada. Esa es la verdadera forma de adorarlo. No imiten las conductas ni las costumbres de este mundo, más bien dejen que Dios los transforme en personas nuevas al cambiarles la manera de pensar. Entonces aprenderán a conocer la voluntad de Dios para ustedes, la cual es buena, agradable y perfecta.
Dicha restauración solo es posible por el sacrificio de Jesús por cada uno de nosotros. A Dios le plació hacernos parte de su obra sobre la Tierra, somos sus embajadores, sus hijos y se aguarda por nuestra manifestación.
2 Corintios 5:19
Pues Dios estaba en Cristo reconciliando al mundo consigo mismo, no tomando más en cuenta el pecado de la gente. Y nos dio a nosotros este maravilloso mensaje de reconciliación.
La máxima creación de Dios fue el hombre y la mujer, con ellos contaba para la administración de todos los recursos que puso a su disposición para cubrir cada una de sus necesidades. Los hizo para completarse, ser compañeros, multiplicarse y llenar la Tierra. Fuimos dotados por Dios para reproducirnos con un fin, esa reproducción es la forma natural u orgánica de expandir el Reino de los Cielos. El ciclo de vida biológico es la fórmula que preserva la descendencia divina sobre la Tierra. La Palabra compara a los hijos con plantas de olivo, en la antigüedad poseer estas plantas era símbolo de riqueza. Una riqueza que tenía trascendencia generacional.
Salmos 128:3
Tu esposa será como una vid fructífera, floreciente en el hogar. Tus hijos serán como vigorosos retoños de olivo alrededor de tu mesa.
Cuando se conoce el valor que tiene algo se atesora, se invierte tiempo y toda clase de recursos, para hacer que su valor se incremente. Un padre se regocija en el fruto que ve en sus hijos, pero para ver ese fruto, antes debe sembrar y cuidar, arrancar malas hierbas, abonar, nutrir esa vida como la de una planta. De igual modo cuando no se tiene en estima algo, porque se desconoce su valor, se menosprecia, se relega o descuida, se ignora su existencia, se entierra. Es tiempo de que caigan vendas y mentiras de nuestras vidas para que lo que trascienda a nuestras generaciones sean los diseños originales de vida y no lo que algunas agendas planifican a tras puertas que las generaciones reproduzcan. Es tiempo de que intencionalmente evidenciemos con las buenas noticias, dejando un legado de transformación.
Aquellos que decimos ser creyentes debemos reevaluar lo que creemos o pensamos, aquello que recibe nuestra aceptación, partiendo de si está o no alineado al diseño de Dios. Debemos tener la valentía de romper estructuras e ideas aprendidas y que nos sea revelado lo que fue el pensamiento de Dios para nosotros. Teniendo presente que cualquiera de estos detalles que se quiera obviar, lleva a una desvalorización de la vida.
El diseño de expansión del Reino de Dios tiene como cimiento a la FAMILIA.
- Dios hizo al hombre y la mujer, vio que no era bueno que el hombre estuviese solo y le hizo ayuda idónea, compañera, complemento.
No es bueno que el hombre esté solo. Haré una ayuda ideal para él.
- La mujer salió del costado del hombre, hueso de sus huesos, carne de su carne y al ser matrimonio vuelven a ser una sola carne.
¡Esta es hueso de mis huesos y carne de mi carne!
Ella será llamada “mujer” porque fue tomada del hombre».
- Les encomendó multiplicarse y poblar la Tierra.
Luego Dios los bendijo con las siguientes palabras:
Sean fructíferos y multiplíquense. Llenen la tierra…
- Les dio autoridad, sobre todo, ambos sojuzgarían la Tierra.
Sojuzgad, señoread, ejerced dominio, gobiernen sobre ella…
En cambio, vivimos en una sociedad donde…
Se promueve vivir desordenadamente, relaciones sin compromisos, sin pacto.
No hay diseño fuera del pacto que hace un hombre y una mujer al unirse en matrimonio ante Dios, si el fundamento no es correcto lo que se trata de edificar colapsa.
Se promueve que se debe pensar en una “realización personal” basada en logros personales (académicos, profesionales, económicos, ministeriales…).
Se relega o menosprecia la importancia a encontrar esa persona que te complementará y construirá un proyecto de vida junto a ti, donde ambos en lo individual y como matrimonio cumplan su propósito y modelen un estilo de vida bajo el diseño correcto.
Se promueve que el hombre y la mujer no tienen el mismo valor.
El machismo aprisionó el potencial que Dios puso en la mujer, mientras que el feminismo en su búsqueda por una supuesta igualdad quiso buscar ese valor sacrificando, la maternidad. Mas que sentirse libres, las mujeres son esclavas de una sociedad post moderna.
Se promueve que el hombre es responsable con su familia por el solo hecho de ser proveedor.
El matriarcado tampoco es un diseño de Dios, el hombre y la mujer deben edificar juntos. La orfandad paterna trae consecuencias en la formación y desarrollo de los hijos. Los hijos necesitan tiempo, la crianza requiere compromiso tanto de papá, como de mamá.
Se promueve que no todos tienen que anhelar ser padres, que basta con tener sobrinos, con los hijos de los primos o amistades y en el peor de los casos que una mascota ocupe ese lugar.
Existen parejas que aun deseando ser padres, por razones médicas no logran concebir, pero hoy día se presenta el tener hijos como algo opcional, no necesario y hasta limitante. Eso es lo que desean sembrar en las generaciones y es una idea que se vende como cualquier otro método de control de natalidad, un abortivo generacional. ¿Qué pasaría si cada uno de tus familiares, amigos y conocidos estuvieran convencidos de que no es necesario anhelar convertirse en padres y tomaran dicha decisión?
Son muchos los Herodes de este momento histórico postmodernista, siendo uno de estos la desvalorización de la vida. Algunos simplemente no desean procrear, mientras que otros dirigidos por el libertinaje, que confunde esta sociedad como libertad, han tomado la decisión de prescindir de la vida que crece en el vientre. Existe una orfandad sin precedentes, padres ausentes de la vida de sus hijos, aun viviendo bajo el mismo techo (incluyendo “cristianos”). Se cede derecho para destrucción al relegar el cuidado de las generaciones a terceros, personas con buena intención, pero que lamentablemente no son los llamados a formar esas vidas. A quienes, aunque ese niño o niña pueda agradecerle aportaciones en un futuro, jamás llenarán el espacio que papá y mamá debieron llenar, sean familiares, amigos, maestros y/o mentores.
Hoy se llama tiempo de calidad a la imagen publicada en las redes sociales para mostrar lo “feliz” que se es, imagen que no toma ni cinco segundos capturar, pero que no cambia la realidad que viven muchos, aun cuando otros decidan creerla. Se ha perdido el valor por lo verdaderamente importante, por lo que trasciende. Es a través de los hijos que nuestro legado continuará vivo y enriquecido generación a generación. No necesitas sentir que eres un padre perfecto, sino tomar la determinación de ser un padre comprometido con Dios en la crianza de tus hijos, que invierta tiempo y empeño en dicha labor.
Deuteronomio 6
¡Escucha, Israel! El Señor es nuestro Dios, solamente el Señor. Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con todas tus fuerzas. Debes comprometerte con todo tu ser a cumplir cada uno de estos mandatos que hoy te entrego. Repíteselos a tus hijos una y otra vez. Habla de ellos en tus conversaciones cuando estés en tu casa y cuando vayas por el camino, cuando te acuestes y cuando te levantes. Átalos a tus manos y llévalos sobre la frente como un recordatorio. Escríbelos en los marcos de la entrada de tu casa y sobre las puertas de la ciudad.
No debemos dudar que cada vida es de gran valor para Dios, al punto de que dio la vida de su Hijo a cambio de la nuestra. A Él le plació hacernos participes de su plan sobre la Tierra. Y aun nuestra humanidad es necesaria para que cumplamos nuestra parte, aunque la religiosidad pretenda omitir este detalle. Aun cuando somos seres espirituales llamados a vivir eternamente, nuestro paso por la Tierra requiere un cuerpo físico, temporal; con emociones, sentimientos, habilidades (dones o regalos de Dios), inteligencia y sabiduría para adquirir capacidades específicas. Todo lo que somos y hacemos puesto a su servicio, con una ejecución que manifieste excelencia, en adoración a Él.
Es en los diseños establecidos por Dios donde único podremos encontrar lo que tiene realmente valor. El pecado trajo muerte, pero la sangre de Jesús fue el precio pagado para salvación, que trajo vida a la humanidad. Vivamos según los diseños eternos porque solo así se escucharán las buenas nuevas de vida de forma efectiva. Solo así se restaurará el linaje de Dios. Lo mejor que podemos dejar a nuestros hijos no es una educación académica, una profesión, una herencia material, sino que conozcan, entiendan y vivan con su identidad clara y reproduzcan los diseños de Dios. Que atesoren el valor de la vida, que promuevan vida a través de todo cuanto hagan, generación tras generación.
Dios nos creó con potencial de multiplicación
para ser bendición y riqueza a las Naciones de la Tierra,
CONCIBE Y ALUMBRA.