Una oportunidad para amar
Aprovechando cada día para demostrar amor a mi familia.
por Esther Pagán
Cuando veo la palabra oportunidad pienso en la vida y el tiempo. La vida que Dios nos da aquí en la tierra tiene un principio y un final. Sin importar lo que hallamos hecho o no, no podremos pasar la pagina hacia atrás para cambiarlo. Así que la vida es un caminar hacia adelante. Todos nuestros pensamientos nuestra conducta y acciones van dejando huellas o legados que definen lo que a sido nuestra vida en este mundo. Cada día que abrimos nuestro ojos al despertar se convierte en una nueva oportunidad para cuidar y amar nuestra familia y hacerlo mejor.
A través de los evangelios que relatan la vida de Jesús, vemos grandes demostraciones de amor, vemos sanidad para los enfermos, lo vemos reprendiendo demonios de personas atormentadas e inclusive, muertos resucitados. Pero hay un milagro donde quizás podamos verlo con menos valor al compararlo con otros milagros, esta se registra en el evangelio de Juan 2:10 donde Jesús en una boda convierte el agua en vino. Este milagro nos permite verlo en un evento compartiendo y participando con su familia. Las celebraciones de cumpleaños, aniversarios, bodas entre otros son siempre eventos de familia y Jesús tenía una familia terrenal, así que estoy segura que en su vida asistió a muchas otras celebraciones familiares. Pero en esta en particular surge una emergencia. El vino se había terminado, para los judíos esto era importante. Imaginen hoy en día en la celebración de un cumpleaños y darte cuenta que por más pequeño que piques el pastel no tendrás suficiente para darle a cada niño o tener invitados a cenar y aún te falta gente y cuando miras al caldero ya no queda ni el “pega’o”*. A quien acudirías a pedir ayuda sino a algún familiar cercano. María se enteró del asunto y sin pensarlo sabía que Jesús podía ayudar con la situación. Él ofreció el vino que la familia necesitaba para continuar celebrando la boda. Él aprovecho la oportunidad para demostrar amor a su familia inmediatamente.
¿Estamos nosotros hoy en día aprovechando las oportunidades que Dios nos da para demostrar amor a la familia?
La verdad es que no es necesario esperar celebraciones para demostrar el amor a la familia y estoy segura que Jesús debió haber tenido muchas demostraciones de amor a su madre y hermanos porque él es amor y el amor estaba en él, y lo demostró al dar su vida por toda la humanidad en la cruz.
¿Han escuchado decir de alguien que tiene un amor platónico? Es una persona que ama a alguien pero el otro nunca se entera. No se enteran porque nunca llegan a expresarlo ni con palabras ni con acciones. Así que en las familias es importante demostrar el amor los unos por los otros y no deben ser amores platónicos. Demostrar amor a nuestra familia es como cuando abonamos una planta para que esta crezca hermosa.
Abona a tus relaciones familiares con el servicio, con la paciencia, con comprensión, con apoyo, con tu tiempo, con empatía, con abrazos, besos y caricias.
¿Expresas con palabras lo que ese familiar representa para ti ? Te puedo asegurar que si prácticas todas estas cosas tu familia será como esa plantita que recibe su abono, su agua, su cuidado para mantenerse hermosa. Déjales saber cuan importante es para tu vida y demuéstralo, No esperes a el día de su sepelio para decirle, -yo lo quería tanto-, ¿sabes? ya no te escuchará. Un día tú o tu familiar ya no verán un nuevo día y las oportunidades se habrán terminado. Cuando esa página de la historia de tu vida llegue, no podrás pasar la pagina hacia atrás. Así que hoy tienes la oportunidad de mostrar a tu familia cuanto la amas, no lo dejes pasar. Amémonos unos a otro como Dios nos enseñó a través de su hijo Jesús. Para poder tener familias llenas del amor de Dios y poder mostrar al mundo cuan valioso es tener familias que se amen. Hoy tienes la oportunidad de unirte a este grupo no lo dejes pasar. Dios los bendiga y comiencen a practicar la maravillosa experiencia de demostrar amor a su familia.
*Palabra utilizada en Puerto Rico para describir el arroz que queda pegado en la olla.
Cuando veo la palabra oportunidad pienso en la vida y el tiempo. La vida que Dios nos da aquí en la tierra tiene un principio y un final. Sin importar lo que hallamos hecho o no, no podremos pasar la pagina hacia atrás para cambiarlo. Así que la vida es un caminar hacia adelante. Todos nuestros pensamientos nuestra conducta y acciones van dejando huellas o legados que definen lo que a sido nuestra vida en este mundo. Cada día que abrimos nuestro ojos al despertar se convierte en una nueva oportunidad para cuidar y amar nuestra familia y hacerlo mejor.
A través de los evangelios que relatan la vida de Jesús, vemos grandes demostraciones de amor, vemos sanidad para los enfermos, lo vemos reprendiendo demonios de personas atormentadas e inclusive, muertos resucitados. Pero hay un milagro donde quizás podamos verlo con menos valor al compararlo con otros milagros, esta se registra en el evangelio de Juan 2:10 donde Jesús en una boda convierte el agua en vino. Este milagro nos permite verlo en un evento compartiendo y participando con su familia. Las celebraciones de cumpleaños, aniversarios, bodas entre otros son siempre eventos de familia y Jesús tenía una familia terrenal, así que estoy segura que en su vida asistió a muchas otras celebraciones familiares. Pero en esta en particular surge una emergencia. El vino se había terminado, para los judíos esto era importante. Imaginen hoy en día en la celebración de un cumpleaños y darte cuenta que por más pequeño que piques el pastel no tendrás suficiente para darle a cada niño o tener invitados a cenar y aún te falta gente y cuando miras al caldero ya no queda ni el “pega’o”*. A quien acudirías a pedir ayuda sino a algún familiar cercano. María se enteró del asunto y sin pensarlo sabía que Jesús podía ayudar con la situación. Él ofreció el vino que la familia necesitaba para continuar celebrando la boda. Él aprovecho la oportunidad para demostrar amor a su familia inmediatamente.
¿Estamos nosotros hoy en día aprovechando las oportunidades que Dios nos da para demostrar amor a la familia?
La verdad es que no es necesario esperar celebraciones para demostrar el amor a la familia y estoy segura que Jesús debió haber tenido muchas demostraciones de amor a su madre y hermanos porque él es amor y el amor estaba en él, y lo demostró al dar su vida por toda la humanidad en la cruz.
¿Han escuchado decir de alguien que tiene un amor platónico? Es una persona que ama a alguien pero el otro nunca se entera. No se enteran porque nunca llegan a expresarlo ni con palabras ni con acciones. Así que en las familias es importante demostrar el amor los unos por los otros y no deben ser amores platónicos. Demostrar amor a nuestra familia es como cuando abonamos una planta para que esta crezca hermosa.
Abona a tus relaciones familiares con el servicio, con la paciencia, con comprensión, con apoyo, con tu tiempo, con empatía, con abrazos, besos y caricias.
¿Expresas con palabras lo que ese familiar representa para ti ? Te puedo asegurar que si prácticas todas estas cosas tu familia será como esa plantita que recibe su abono, su agua, su cuidado para mantenerse hermosa. Déjales saber cuan importante es para tu vida y demuéstralo, No esperes a el día de su sepelio para decirle, -yo lo quería tanto-, ¿sabes? ya no te escuchará. Un día tú o tu familiar ya no verán un nuevo día y las oportunidades se habrán terminado. Cuando esa página de la historia de tu vida llegue, no podrás pasar la pagina hacia atrás. Así que hoy tienes la oportunidad de mostrar a tu familia cuanto la amas, no lo dejes pasar. Amémonos unos a otro como Dios nos enseñó a través de su hijo Jesús. Para poder tener familias llenas del amor de Dios y poder mostrar al mundo cuan valioso es tener familias que se amen. Hoy tienes la oportunidad de unirte a este grupo no lo dejes pasar. Dios los bendiga y comiencen a practicar la maravillosa experiencia de demostrar amor a su familia.
*Palabra utilizada en Puerto Rico para describir el arroz que queda pegado en la olla.